Rugía una moto y a él se le encendía el alma. Tenía una sonrisa incansable, quería a su familia y era un amigo a prueba de todo. Así era Enol Megido, el joven piloto de 19 años de Cabañaquinta (Aller) que falleció ayer por la mañana. Había sufrido un accidente el domingo en el XIII Campeonato de Motocross de Rueda (Valladolid), aunque la autopsia determinará si la caída fue la causa de su muerte. "Era un salto muy fácil y el golpe no fue muy fuerte", aseguraron testigos presenciales. Fue atendido en el lugar y trasladado al Hospital Universitario de Valladolid. Nada pudieron hacer por salvar su vida. "Es terrible, imposible de asimilar", lamentaron familiares del joven.
Deja una familia rota y un concejo conmocionado. Los padres de Enol, Mati Díaz y Jeromo Megido, son muy conocidos y apreciados en Cabañaquinta. Ella es miembro de la asociación de vecinos. "Aún no nos podemos creer que haya ocurrido esta desgracia, estamos con la familia en su dolor", aseguraron fuentes de la entidad. Hace menos de cinco meses que la capital allerana despidió a otro joven motorista, Sergio García, que perdió la vida en un accidente en la Autovía Minera.
Los dos jóvenes sentían verdadera pasión por el motociclismo. Enol Megido se aficionó ya de niño. "En cuanto pudo, empezó a practicar", explicaron ayer sus amigos. Muchos recordaban, con una sonrisa triste, la ilusión con la que recibió su primera moto. Y sus "saltos", que nunca fueron de principiante: "Ya apuntaba maneras, era muy bueno y no se cansaba nunca. En Enol se juntaba el talento con la voluntad", aseguró un amigo que practicó motocross con él.
Su afición iba a más. Hace dos años, se inscribió en la Federación de Motociclismo de Asturias. El presidente de la Federación, Luis Molina, explicó ayer que "he recibido llamadas de clubes, de equipos, de pilotos... todos tenemos el corazón roto". "Lo que ha ocurrido es, para nosotros, inexplicable", añadió Molina.
"Inexplicable" porque la caída de Enol Megido, según testigos presenciales, se produjo al poco de empezar el recorrido y en un salto corto. Es decir, una acrobacia sencilla para un piloto experimentado como él. La velocidad de la moto rondaba los treinta kilómetros por hora. Recibió un golpe en la cabeza y fue atendido ya en el circuito. Fue trasladado al Hospital Universitario de Valladolid, según fuentes oficiales, "con una parada cardio-respiratoria". Parecía que su estado mejoraba con el paso de las horas, pero, ayer por la mañana, Enol falleció.
"Estamos en contacto con la Federación de Motocross de Castilla y León, pendientes sobre todo de la familia. Estamos para lo que necesiten", afirmó Molina. Está siendo muy duro para los familiares, que ayer apenas podían hablar de lo ocurrido. Los padres estuvieron haciendo los trámites para el traslado del cuerpo mientras se realizaba la autopsia. Los resultados determinarán si la caída fue la causa de la muerte o si Enol Megido sufrió otra dolencia que le hizo perder el control de la moto.
El adiós será muy duro para todos. Las redes sociales se llenaron ayer de condolencias para la familia y mensajes de despedida para el joven, que trabajaba en un grupo de hostelería con varios locales de ocio nocturno en Mieres. También su hermano mayor, Pablo Megido. Los dos son muy apreciados entre los jóvenes del municipio: "Enol era de lo mejor", repetían ayer sus allegados. La capilla ardiente quedará instalada en el tanatorio de Moreda, a partir de las tres de la tarde de hoy. El funeral por su eterno descanso será mañana, a las cinco y media de la tarde, en la iglesia de San Salvador de Cabañaquinta.
"Nunca lo vamos a olvidar", aseguraron compañeros de afición de Enol Megido. Les queda el consuelo de que se fue en un "salto", haciendo lo que de verdad le gustaba: "Estés donde estés, Enol, no dejes de dar gas", le despidieron ayer.
