A Luis Molina le está costando asimilar lo que sucedió el lunes en la localidad vallisoletana de Rueda, donde falleció el piloto asturiano Enol Megido durante una prueba de motocross. Al presidente de la Federación Asturiana de Motociclismo se le pone "la piel de gallina" solo de pensarlo: "Estoy como en el limbo, asimilar esto es complicado. Tengo hijos y se me pone la piel de gallina", dice. Según los sanitarios que atendieron al piloto allerano, la caída no fue la causa del fallecimiento.
Molina asegura que es momento de seguir adelante: "Esto sigue y si todos nos vamos a asustar dejaremos de tener deportistas de alto nivel, pero está claro que esto va a tardar en olvidarse mucho tiempo", añade. Lo que sí pide el presidente de la Federación es que el homenaje que hay previsto para hoy, a las 17 horas, entre el tanatorio de Moreda y la iglesia de Cabañaquinta, sea lo más multitudinario posible: "Pido a todos los que tienen licencia que vayan a despedirlo con sus motos, haciendo lo que más le gustaba. Qué menos que darle este último adiós".
Molina explica que Enol Megido ha sido "el primer motorista asturiano fallecido durante una prueba de motocross", algo que le hiela la sangre: "La gente está destrozada, ves las fotos que hay publicadas y te parece que es un cuento, que no es real, que no ha podido pasar esto". Reconoce el presidente de la Federación que siempre que alguien fallece se acude a los tópicos, pero que en este caso son totalmente ciertos: "Siempre que muere alguien lo fácil es decir que era buena gente. En este caso lo era". Añade Molina que Megido "esperó a tener 18 años para sacarse la licencia" y se lamenta del "infierno" que tuvo que pasar su padre, presente en la prueba: "Me contaron el infierno que pasó su padre hasta que llegó la UVI y debió de ser tremendo".
El joven allerano, según los sanitarios del Hospital Clínico de Valladolid, no falleció como consecuencia de la caída en moto de un deporte, el motocross, que es en cualquier caso uno de los más arriesgados dentro del motociclismo: "Las pruebas más peligrosas son la de motocross y los circuitos de velocidad. Es normal que haya caídas, roturas de ligamentos, huesos, codos, costillas. Estas corriendo en circuitos de 3.000 a 4.000 metros, hay saltos, también en trial, pero en vez de ir a 10 kilómetros por hora vas a más velocidad", añade Molina.
El riesgo lo demuestra, según explica el presidente de la Federación, el precio del seguro para competir: "Una licencia de atletismo cuesta 90 euros y aquí cuesta 430 euros. El automovilismo es la mitad más barato. En motociclismo se intenta que se sea solidario y unificar el precio entre las distintas modalidades".
