No todo es meter canastas o ganar partidos. Así lo entiende desde el primer día el Círculo Gijón que ayer, en el Sanatorio Marítimo, dio una muestra más de ello. Con el técnico Nacho Galán a la cabeza y con la presencia de los jugadores Saúl Blanco, Ángel Moro, Javi Menéndez, Shane Osayande y Nemanja Djordjevic, cambiaron por unas horas la pista del Palacio de Deportes por las canastas instaladas en el gimnasio del centro gijonés. "Es muy importante mostrar el lado humano, que las personas tengan contacto con los jugadores, a veces cuando se juega en profesionales se olvida y queremos que no sea así, es algo emocionante para ellos y también para nosotros", comentó Nacho Galán durante la visita.
Los rostros de ilusión se instalaron entre el medio centenar de presentes, alguno de ellos ataviados con sudaderas del Círculo Gijón (varios de ellos acuden de forma habitual a los encuentros en el Palacio), que entraron en el gimnasio con una atronadora ovación. Los jugadores mostraron, una vez más, su lado más cercano. Se fotografiaron, jugaron un partidillo, les dieron consejos a la hora de lanzar a canasta desde la línea de tiros libres y disfrutaron de unas horas de diversión y cercanía que satisfacen más que una victoria en la Liga.
Saúl Blanco y Ángel Moro dieron una breve charla sobre los beneficios del deporte. "El deporte te ayuda a sentirte bien, a interactuar con los demás, a conocer gente y ayuda en el día a día", comentó el alero ovetense, que no dudó en sacar su lado más bromista. Por su parte, Moro, que se encuentra en plena recuperación de su rodilla, expuso a Mari José, una de las presentes, que "en el deporte hay que saber perder y ganar, siempre hay que mostrar deportividad". El grito final de "1, 2, 3, Gijón" puso fin a una jornada inolvidable para todos.
