Fernando Alonso sigue ampliando su palmarés con victorias en los circuitos más emblemáticos. Sólo mes y medio después de haber ganado las 24 Horas de Daytona, el asturiano regresaba a la península estadounidense de Florida para en esta ocasión disputar las Mil Millas de Sebring. En Daytona logró otro pedazo de gloria pero no había puntos que sumar, mientras que en el sinuoso e irregular trazado del aeródromo de Sebring conseguía un pleno extraordinario con el que refuerza su liderato al frente del Mundial de Resistencia: pole el sábado (un punto extra) con nuevo récord incluido del circuito para el ovetense (1.40:124) y victoria en la madrugada dominical tras liderar la prueba junto al suizo Sebastian Buemi y el japonés Kazuki Nakajima de principio a fin. Una pole y una victoria que elevan a 15 los puntos de ventaja del Toyota número 8 respecto al número 7 del británico Conway, el japonés Kobayashi y el argentino "Pechito" López, que finalizaba segundo con vuelta perdida respecto a los campeones.
Venía Alonso de ganar en Daytona pero en el Mundial de Resistencia se cumplían ya nueve meses de su último triunfo, en Le Mans. Desde entonces la fortuna había dado la espalda al equipo del asturiano: descalificado por un problema técnico del coche tras haber ganado en Silverstone, segundo en Fuji y sin opciones tras haber errado en los reglajes cuando apareció la lluvia, segundo de nuevo en Shanghai después de una partidista decisión de la escudería nipona en favor del segundo Toyota.
La renta que había alcanzado los veinte puntos tras los triunfos en las dos primeras carreras de la temporada, Spa y Le Mans, había quedado reducida a cinco. Alonso, Buemi y Nakajima, así las cosas, llegaban a Sebring jugándose el liderato, pero lejos de intentar ser conservadores decidieron que su mejor defensa fuera un gran ataque desde el primer momento, logrando el asturiano una pole asombrosa el sábado con récord del circuito incluido. Y desde la primera plaza en la salida completaron una conducción sin mácula en carrera, en la que no cedieron el primer puesto a lo largo de sus ocho horas.
Primero Buemi ante "Pechito" López y luego Alonso ante Kobayashi se mostraron claramente superiores en los dos primeros relevos, aunque un coche de seguridad arruinaba la ventaja de hasta 12 segundos lograda por el asturiano, mientras que Nakajima, al caer la noche, sufría más para conservar el liderato ante Conway. Al ecuador de la prueba (cuatro horas) la renta del japonés sobre el británico era de ¡2 segundos!
El siguiente relevo fue determinante. Buemi tomó de nuevo los mandos del Toyota número 8 y "Pechito" los del número 7 y sólo un par de vueltas después el argentino se tocaba con un Aston Martin y sufría importantes daños en la parte trasera de la carrocería que le obligaban a acudir al garaje. Pudo regresar a pista pero ya con un par de vueltas perdidas. Un mundo. Buemi a partir de ese momento -tras un susto notable que le hizo salir a la hierba-, Alonso a continuación y Nakajima hasta el final se limitaron a conducir en modo lo más seguro posible. Su ventaja era inmensa y no había necesidad de arriesgar máxime cuando la lluvia añadía un plus de peligrosidad convirtiendo la larga recta de cemento que sirve para el despegue de los aviones en una pista de hielo.
Título posible en Spa. Al Mundial de Resistencia le quedan dos citas: las 6 Horas de Spa (4 de mayo) y las 24 Horas de Le Mans (16-17 de junio) y el título podría quedar ya decidido en el circuito belga. Alonso, Buemi y Nakajima ya ganaron allí en la primera cita de la supertemporada y de repetir victoria (25 puntos) se proclamarían campeones? siempre y cuando Conway, Kobayashi y Pechito se quedaran sin puntuar, algo poco probable vista la fiabilidad de los Toyota. Así, todo apunta a que Le Mans (38 puntos para el vencedor, 27 para el segundo) será quien decida el título.
Dos en dos en Estados Unidos. La victoria de ayer en Sebring refuerza a Fernando Alonso no sólo en el liderato del Mundial de Resistencia, sino también en su moral de cara al que es el gran objetivo de la temporada: las 500 Millas de Indianápolis (26 de mayo), donde un triunfo le otorgaría esa Triple Corona (Mónaco, Le Mans, Indianápolis) hasta el momento sólo lograda por Graham Hill. De momento este año lleva dos competiciones en circuitos de Estados Unidos y en ambos (Daytona y Sebring) se llevó la victoria. A la tercera... la gloria.
