Un solvente Barakaldo deja la racha de triunfos consecutivos del Langreo en el Nuevo Ganzábal en seis. El conjunto que entrena Aitor Larrazabal se impuso en el coliseo azulgrana tirando de carácter competitivo pese a que los de Hernán Pérez merecieron, al menos, el empate, pero la ineficacia ofensiva y las paradas de Viorel privaron a los locales de sumar un punto que por méritos merecieron.

La derrota sumada ante un Barakaldo que aspira a disputar los play-off de ascenso no empaña la trayectoria de un Langreo que sigue ocupando plaza en la zona alta y que aspira a sellar el billete para la próxima Copa del Rey, pero sí corta una racha triunfal de un conjunto que está realizando una campaña para enmarcar.

El duelo se presentaba como la oportunidad para que los azulgranas hicieran historia. Si eran capaces de vencer al Barakaldo igualarían, con siete, la mejor racha de triunfos seguidos en el Ganzábal del club en Segunda B que databa del curso 1994-95. Pero no pudo ya que el equipo vasco impuso su pegada.