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Culé Moyáu

Medicina y metafísica

Dicen que Buda dijo que un médico no tiene tiempo para discusiones metafísicas, por eso Messi pasa de esas discusiones metafísicas acerca de quién es el mejor futbolista del mundo. Los futboleros tenemos tiempo para ese tipo de discusiones, y así gastamos media vida futbolera en argumentar a favor de Messi como mejor futbolista del mundo y de la historia o a favor de Cristiano Ronaldo como mejor futbolista de la historia del mundo. El descomunal partido de Ronaldo ante el Atlético de Madrid y el decisivo partido de Messi ante el Olympique de Lyon solo han servido para dar más fuerza a los argumentos de unos y de otros, pero me parece que tanto Ronaldo como Messi (puede que más Messi) están menos pendientes de la metafísica que de la física.

Como buenos médicos, el portugués y el argentino están para cuidar de la salud de sus equipos, no para coronarse con sus propias manos como reyes del fútbol, al estilo de Napoleón en el famoso cuadro de Jacques-Louis David, ni para hacer metafísica futbolera. Me parece que Messi y Ronaldo se parecen a Vincent Lauria, el joven jugador de billar interpretado por Tom Cruise en la película "El color del dinero" que, en contra de los consejos del maduro y experimentado Eddie Felson (Paul Newman), se niega a jugar mal y perder algunas partidas para movilizar apuestas en su contra y ganar después mucho dinero. "Me cuesta mucho no jugar bien", reconoce Vincent.

A Messi y a Ronaldo también les cuesta mucho, muchísimo, no jugar bien. A lo mejor a sus equipos les vendría bien que estos dos tipos parecieran humanos de vez en cuando, para que sus rivales se confiaran y entonces? catapum. Pero no. Messi y Cristiano no tienen que aparecer porque nunca desaparecen, no tienen que amenazar con volver a ser ellos mismos porque siempre son ellos mismos, no tienen que defender con argumentos metafísicos que son mejores que Pelé y Maradona porque se limitan a destrozar físicamente a sus rivales partido tras partido. Si Messi y Ronaldo jugaran mal de vez en cuando, subirían las apuestas a favor de otros equipos en la Liga de Campeones. Como no hay manera de que Ronaldo y Messi descansen, los futboleros siempre apostamos (de forma poética, no me refiero a la peste de las casas de apuestas) por los equipos en los que juegan esos dos monstruos.

Yo apuesto por el Barça porque Messi juega en el Barça y, además, creo que Messi es superior a Cristiano. No soy médico, así que tengo tiempo para la metafísica.

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