Con la permanencia casi asegurada, el Langreo quiere culminar la temporada de su ascenso a Segunda B de la mejor manera posible. Uno de esos objetivos pasa por lograr clasificarse para disputar la próxima edición de la Copa del Rey, una meta nada descabellada.

El equipo langreano ocupa actualmente la octava posición de la tabla, con 42 puntos, y de finalizar así la campaña obtendría el billete para la disputa del torneo del K.O. el próximo curso.

Y es que para clasificarse para esta competición, el equipo azulgrana tendría que finalizar la temporada entre los cinco primeros clasificados del grupo II de Segunda B, excluyendo a los conjuntos filiales. En este momento, el cuadro de Hernán ocupa la octava posición, pero tiene por delante a tres conjuntos filiales -Bilbao Athletic, Real Oviedo Vetusta y Real Sociedad B-.

También existiría otra vía para lograr ese billete. Y es que existen cuatro plazas adicionales para los equipos de la categoría de bronce. Los equipos que más puntuación obtengan excluyendo a los 20 equipos ya clasificados (los cinco primeros de cada grupo), también se clasificarían para la competición. Es decir, si el Langreo es el séptimo mejor equipo no filial del grupo II, pero obtiene mejor puntuación que el sexto clasificado de otro grupo, también jugaría la Copa del Rey en la temporada 2019-20.

La derrota ante el Barakaldo hace que la promoción de ascenso se sitúe a nueve puntos más el goalaverage, con 27 por disputarse. De este modo, la empresa de disputar el play-off de ascenso a la categoría de plata se complica. Pese a todo, la gran temporada no queda empañada y desde Ganzábal se enfocan en objetivos ambiciosos.

La última ocasión en la que el Langreo se clasificó para disputar la Copa del Rey militando en Segunda División B fue en la temporada 1993-94. El cuadro azulgrana terminó en puestos de promoción de ascenso y se hizo con el derecho a participar en la competición en la campaña siguiente, donde fue eliminado por el Murcia.

Los langreanos han jugado la Copa del Rey en otras dos ocasiones, pero siempre obtuvo ese privilegio desde Tercera División. Lo hizo tras quedar campeón en la temporada 2001-02 y tras ser segundo en la pasada campaña. Jerez de los Caballeros y Logroñés fueron los verdugos del equipo de Ganzábal.