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Amigos de plata y oro

Alberto Llera y Miguel Serrano, campeón y subcampeón de España juvenil, se confirman como dos apuestas de futuro

Miguel Serrano, izquierda, y Alberto Llera se saludan tras la regata del domingo en Sevilla.

El riosellano Alberto Llera (Collera, 30-10-2002) y el maliayés Miguel Serrano (Villaviciosa, 28-03-2001) son amigos y dos de las grandes promesas del piragüismo español, pero el pasado domingo en Sevilla, durante veinte minutos, no se conocían de nada. Protagonizaron una encarnizada regata, de la que salieron campeón (Llera) y subcampeón (Serrano) de España juvenil. Sólo 27 centésimas separaron a dos compañeros del Centro de Tecnificación Deportiva de Trasona.

"Al principio no me lo creía y quedé casi paralizado", explica Alberto Llera. "Después sentí una sensación de euforia al saber que todo el entrenamiento del invierno había merecido la pena. Dediqué el título a mi familia, club, grupo de trabajo y entrenador. Sin ellos lo del domingo hubiera sido imposible", añadió. Tanto Llera (Piragüismo El Sella) como Serrano (Villaviciosa-El Gaitero) cumplen su segunda temporada en Trasona.

Alberto entró como cadete de segundo año, mientras que Miguel lo hizo como juvenil de primer año. Compatibilizan el deporte con los estudios de Bachillerato en el Instituto de Educación Secundaria de Corvera. Se iniciaron en la piragua muy pronto: Alberto -hijo del piragüista del mismo nombre y sobrino del olímpico Fran Llera-, con solo 6 años, siendo sus primeros monitores Monchu Cerra y Juan Busto; Miguel dio sus primeras paladas en la ría de Villaviciosa con 9 años, bajo la supervisión del técnico Juan Carlos Martínez.

Alberto Llera tiene ocho títulos de campeón de España -dos en infantiles, cuatro en cadetes, uno en juveniles y otro en sub-17, mientras que Serrano atesora cuatro: uno en infantiles, en K-4 1.000 metros, otros dos en cadetes y uno en sub-17.

En la pasada temporada, Alberto Llera sufrió una decepción al no lograr plaza en el selectivo del equipo nacional para los Juegos Olímpicos de la Juventud. "Me enfadé bastante, sí. Después me di cuenta de que no gané porque hubo gente mejor que yo y se merecían esa plaza", reconoce el palista riosellano. Aquello quedó olvidado, como prueba su buen comienzo de temporada.

El principal objetivo de ambos palistas en 2019 son las plazas en el selectivo (Verducido, 16 y 17 de mayo) para formar la selección española que participará en el Mundial Junior de Pitesti (Rumanía, del 1 al 4 de agosto). "Trataré de luchar por el K-1 1.000 ", apuntó Miguel, quien ya sabe lo que es defender los colores de La Roja en un Europeo Júnior.

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