Que los tiempos han cambiado lo demuestra la anécdota que desvela durante la conversación Lozano, que no trascendió en su momento: "Antes de un derbi llegamos a organizar una espicha en el lagar Trabanco. Vinieron la mayoría de los jugadores de los dos equipos y no se enteró nadie. Creo que los del Oviedo vinieron juntos en un autobús".

Esteban aporta otra vivencia que demuestra que los derbis empezaban a jugarse bastante antes. Fue en vísperas del Oviedo-Sporting de 2001 en el Tartiere: "Un medio de comunicación organizó una comida con jugadores de los dos equipos. Del Oviedo fui yo con Onopko. Por el Sporting estaba Villa, del que ya se hablaba mucho. Para intimidarlo le dije que tuviera cuidado con Onopko, que era terrible ".

A la hora de la verdad fue él mismo el que intentó achantar al Guaje: "Sabíamos que lo más peligroso del Sporting era la llegada de Lozano y la velocidad de Villa. No buscaba que lo expulsaran, pero sí intimidarle, que estuviera incómodo. Al fútbol se juega con algo más que con el balón".