Quedan 35 días para las elecciones generales y 63 para las autonómicas y municipales, pero Asturias bota hoy de verdad. Porque botar de verdad es hacerlo con el sentimiento, a corazón abierto, sin atender a la utilidad o a las promesas, sin mayor interferencia que la de la pasión. Y aquí hay mucha pasión por el Sporting y por el Oviedo, las dos mitades de nuestra comunidad, dos clubes que buscan el ascenso. Porque Asturias necesita ascender. También en fútbol.
El rojiblanco y el azul colorean una autonomía que se oscurece, futbolera sin remedio, capaz de concentrar en 28 kilómetros a dos entidades que aglutinan una legión de seguidores alrededor. Aficiones deseosas de dar un salto como el que han dado últimamente los equipos, recién salidos de la quema económica de hace tan solo unos años y centrados ahora en alcanzar como sea un hueco entre la élite. A la espera de las urnas, hoy El Molinón será un horno que calentará el corazón de Asturias, fuego que no hace daño. Sólo Sporting y Oviedo son capaces de conseguirlo. Que bote, que bote...