Lo más inaudito del encuentro disputado en Ganzábal fue que acabase sin estrenar el marcador. Tanto Langreo como Vitoria buscaron el gol hasta los instantes finales. Sin premio. Ambos equipos sellaron un partido abierto, con muchas ocasiones y muchas disputas. Pero, sorprendentemente, sin goles.

Con este empate, el Langreo mete un punto más en su zurrón, en su objetivo de alcanzar cuanto antes los 45 puntos que le otorgaría una permanencia más que virtual. La meta marcada a principio de temporada está a solamente dos puntos en el mes de marzo.

Los de Hernán mostraron sus señas de identidad durante los primeros minutos de partido. Intensidad y presión elevada, además de una rápida circulación de balón. A los ocho minutos, Álvaro Cuello remató fuera, por centímetros, un saque de esquina. Al Vitoria le duraba poco el balón, pero también fue capaz de dar un par de sustos a la meta defendida por Adrián Torre. Primero fue Brani, con una internada por banda derecha. Su centro no encontró rematador. Después lo intentó Luis Lara, por el mismo costado. Su disparo, dentro del área, se fue fuera. El encuentro se estancó a partir de los 15 minutos de partido. A los dos conjuntos les costaba hacerse con el dominio, pese a que los de Hernán estaban mejor. La oportunidad más clara la puso la magia de Dani Abalo. Control con un sombrero dentro del área para, con una sutil vaselina, estrellar la pelota en el larguero.

Con un Vitoria cada vez más protagonista por la banda derecha y con un Langreo más asentado se llegó al descanso.

La segunda mitad comenzó, de nuevo, con el equipo local siendo protagonista. La calidad de Riki y Héctor Nespral se hizo notar al minuto de comenzar. Una pared entre ambos culminó con el primero disparando a las manos de Jonmi.

El Vitoria no renunciaba al ataque, con las acciones a balón parado con principal arma. El capitán Atienza cabeceó fuera una falta lateral. La respuesta no se hizo esperar. Cristian recibió la pelota tras una jugada de Abalo por banda. El lateral langreano buscó la escuadra de la meta de Jonmi y levantó a la grada de Ganzábal. Pese a que el Vitoria se estiró, el primer cambio de Hernán fue una declaración de intenciones: un extremo por un lateral. Y siguieron llegando las ocasiones. De nuevo Héctor Nespral filtró un pase maravilloso a Omar Sampedro. Su chut no encontró portería por muy poco.

A cada ataque del Langreo, el filial del Eibar respondía con otra ocasión. Un disparo de Ángel López fue desviado por Xesc cuando Adrián Torre estaba batido. Se fue lamiendo el poste.

El Langreo no cejó en su empeño de buscar el gol y cada vez acumulaba a más hombres arriba. Esto lo aprovechaba el Vitoria con la velocidad endiablada de sus futbolistas de ataque. A tres minutos para el final, el visionario Nespral sirvió otro balón en bandeja a David. Su cansancio, tras trabajar durante todo el choque, le impidió batir a Jonmi. En la última acción, los locales reclamaron una mano en el área tras disparo de Héctor. En la contra, el Vitoria también pudo marcar. Perfecto resumen de un partido donde ambos merecieron más.