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Thomas: "El Avilés me debe 4.000 euros, pero no tengo fuerza para reclamar"

El club, que reconoce la deuda, aunque difiere en la cantidad, asegura que el pacto es subsanarla a final de temporada

Thomas Leteinturier, en un entrenamiento con el Avilés. MARA VILLAMUZA

El exfutbolista francés del Avilés Thomas Leteinturier asegura que el club le debe 4.000 euros de sus etapas en la entidad del Suárez Puerta, aunque matiza que "no tiene fuerzas para reclamarlo", dando a entender, que da esa cantidad por perdida. El club reconoce la deuda, aunque difiere en la cantidad. Añade que existe un pacto con el jugador para que perciba sus emolumentos a final de la presente temporada.

Thomas también cargó contra el propietario del club, José María Tejero, y contra el director deportivo, Alain Menéndez. Tampoco tuvo buenas palabras para su representante, Richard Fernández, quien le trajo al Suárez Puerta en septiembre de 2017. "Prometen mucho, pero no cumplen nada. No son buenos profesionales", critica.

El futbolista de 22 años inició una nueva andadura en el Avilés en noviembre del año pasado. Estuvo poco más de un mes y se marchó sin dejar rastro. Durante un tiempo, la entidad del Suárez Puerta le mantuvo la ficha. Sin embargo, esta no consta

de la cantidad, y también reconoce que existe un pacto con el jugador para que ésta sea subsanada a finales de la presente campaña.

También cargó contra los dirigentes del club. Es decir, el propietario José María Tejero, y el director deportivo Alain Menéndez. Y contra su representante, Richard Fernández. "No son buenos profesionales", asegura.

Thomas Leteinturier tiene 22 años y ha colgado las botas. Jugó en el Avilés la temporada pasada y volvió al Suárez Puerta en octubre de la presente. Al mes, desapareció. El club le mantuvo la ficha, pero ésta ya no consta en la Federación asturiana. Thomas no va a volver. Se marchó en noviembre, a Biarritz, en Francia. Allí trabaja en un restaurante. No quiere saber nada del fútbol, ni del Avilés. "Me deben 4.000 euros, pero no tengo fuerza para seguir reclamándolos. Solo quiero pasar página", afirma.

Thomas jugaba de defensa. Pasó por las categorías inferiores del Girondins de Burdeos. Llegó al Avilés en septiembre de 2017 y aguantó los impagos hasta final de temporada. No presentó denuncia. "He sido futbolista desde los seis años. En mi carrera, me he encontrado con personas que no hacen bien su trabajo. Ahora, no quiero seguir ", cuenta.

Esas personas a las que se refiere son José María Tejero, el propietario del Avilés, a Alain Menéndez, el director deportivo y a Richard Fernández, su propio representante. "Hablan mucho, tienen buenas palabras, pero luego no hacen nada. Siento que en el Avilés he perdido un año y medio de mi tiempo", dice con rotundidad.

Leteinturier ha sido uno de tantos jugadores franceses, que en esta última etapa del Real Avilés, han desfilado por el Suárez Puerta. Lo trajo Richard Fernández, su representante, con quien es más crítico. Le señala como el responsable de su corta segunda etapa en Avilés. "Era como un padre para mí, pero me dijo cosas que no eran verdad", dice.

En esa mala relación con Fernández, Thomas Leteinturier señala varios episodios. Habla del final de la pasada temporada, cuando al menos 13 jugadores del Avilés denunciaron al club ante la Asociación Española de Futbolista (AFE) por impagos. "Richard me dijo que no denunciara. Que si el club no me pagaba, lo haría él. Dijo muchas cosas, pero no eran ciertas", critica Leteinturier.

El francés habla de un viaje a Inglaterra, en el mes de octubre. Justo antes de volver a Avilés. "Me llevó a entrenar allí, pero no había nada para mí. Me dejó solo en un país que no conocía", revela Thomas. "Lo he pasado mal. No es fácil estar fuera y no cobrar. En agosto, pesaba 80 kilos. Hice la pretemporada en Toulouse. Pero la cabeza no la tenía bien. Es complicado estar así. Perdí 11 kilos", asegura el jugador.

Thomas Leteinturier también destacó aspectos positivos de su paso por el Avilés. "Hay cosas buenas. Buenas personas, el problema es la gente de arriba", señala un jugador que ahora solo quiere pasar página.

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