El Valencia Basket comienza a acariciar el título de la Eurocup y el billete para disputar la próxima edición de la Euroliga después de asegurarse, tras vencer por 89-72, el primer punto de la final ante el Alba Berlin. Un rival que dejó destellos de su potencial pero que, cuando los locales apretaron el acelerador, pasó auténticas dificultades para presentar oposición. Con la victoria, como mínimo, los valencianos se aseguran un tercer partido en La Fonteta para decidir el campeón el próximo lunes, pero que podría ya quedar finiquitado este viernes en Berlín en caso de un nuevo triunfo de los de Ponsarnau.

Nervios al inicio en ambos equipos, que fallaron los tres primeros ataques fruto de la precipitación. Sería Giedraitis, con un triple, el que rompería la sequía en el partido para poner al Alba por delante en el arranque (0-3; min. 2). Sería prácticamente la única vez hasta el descanso ya que, a partir de ahí, el Valencia Basket fue poco a poco adueñándose del partido. Fue en el momento, y tras varios errores desde el 6,75, en el que encontró a Will Thomas en la pintura.

El ala-pívot de Baltimore fue un auténtica pesadilla para la defensa germana y su 'amigo' Luke Sikma, incapaz de frenarle en este primer cuarto. Esa circunstancia, junto con dominio absoluto del rebote -8 ofensivos en el acto inicial-, permitió a los valencianos comenzar a abrir hueco en el electrónico. La confirmación llegaría con tres triples casi consecutivos de Matt Thomas, que puso once arriba a los locales (26-15; min. 12).

Eran los mejores minutos del Valencia Basket, que parecía incluso que podía comenzar a romper el partido. Pero nada más lejos de la realidad. Aito demandó más intensidad a sus hombres y subió líneas defensivas, lo que puso en graves aprietos a los locales. Ahora era el equipo alemán el que se reencontraba con su juego y podía por fin correr. La consecuencia fue un parcial de 9-20 que colocó en un abrir y cerrar de ojos de nuevo las tablas en el marcador (35-35; min. 18).

El equilibrio era máximo, echándose de menos algo más paciencia en las filas de los locales cuando el Alba Berlín apretaba. Pese a esto, el Valencia Basket logró irse al descanso con ventaja tras un triple de San Emeterio que rompió la igualdad (41-38; min. 20). Una anécdota viendo el equilibrio con el que se reanudó el partido tras el paso por los vestuarios (49-49; min. 23) pero a partir del cual, y coincidiendo con la tercera personal de Sikma, los de Ponsarnau volvieron a poner la directa.

Desde la defensa

Todo comenzó desde la defensa, negando a su rival cualquier opción de anotar y corriendo de la mano de un gran Van Rossom. El belga marcó el ritmo y también el despegue valencianista con un parcial de 14-0 (63-49; min. 27). Por ahí empezó a morir el encuentro y el Alba Berlín, que se fue al último cuarto 18 puntos abajo (71-53; min. 30).

El Valencia Basket había aprovechado su oportunidad y ahora tocaba rematar la faena en el tramo final. No lo supo hacer el equipo de Ponsarnau, al que la ansiedad le pudo tras encajar un inesperado 0-9 de inicio (71-62; min. 34). Ponsarnau lo paró, movió el banquillo y demandó tranquilidad a los suyos. Y el equipo, no sin sufrimiento, lo supo hacer guiado por Van Rossom y Will Thomas para cerrar definitivamente el choque y hacerse con el primer punto de la final.