El piragüista Saúl Craviotto se enteró ayer por la mañana, tras completar su entrenamiento en el pantano de Trasona, que Alejandro Blanco, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), le había designado para ser el abanderado español en los Juegos Olímpicos de Tokio del año 2020. "Junto a lograr un oro olímpico, esto es a lo máximo que puede aspirar un deportista", aseguró el leridado tras conocer la noticia.

Saúl Craviotto aún debe confirmar su clasificación para los que serían sus cuartos Juegos, tras Pekín, Londres y Río de Janeiro. Para ello, deberá lograr los puntos necesarios en el Mundial que se celebra este verano en Hungría y para el que actualmente se prepara. "Es una presión añadida, pero bajo presión estoy acostumbrado a trabajar", afirmó el leridano afincado en Gijón.

Según el reglamento del COE, el puesto de abanderado en la ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos debe recaer en el deportista más laureado, al menos desde el año 2004. "No hay nadie que tenga dos oros, una plata y dos bronces", afirmó ayer Alejandro Blanco, en referencia a las medallas que Craviotto ha cosechado en las citas olímpicas en las que ha participado.

"Cuando tengamos el equipo configurado no hará falta pensar mucho", añadió Blanco. "Esa es la norma y la aceptan todos los deportistas. Flaco favor nos haríamos si ponemos al más famoso en lugar del que más méritos tiene", apuntó el presidente del Comité Olímpico Español. "Lo lógico es pensar en los que mejores resultados olímpicos tienen", concluyó.

Aunque la designación de Saúl Craviotto se venía barruntando desde hace algún tiempo, el piragüista confirma que "le pilló de sorpresa". "Me enteré al salir del agua. Miré el teléfono y vi que mucha gente me estaba dando la enhorabuena. Lo cierto es que es como un sueño cumplido. Casi como cerrar un círculo", apuntó el deportista de 34 años.

A pesar del honor que le supone, Craviotto no quiere lanzar las campanas al vuelo. "Hay que ir paso a paso, porque todavía tengo que clasificarme para los Juegos. Como ahora no lo logre me va a dar mucha rabia. Se me quedará cara de tonto", bromeó el futuro abanderado de España.

De lograrlo, Saúl Craviotto tomaría el relevo del tenista Rafael Nadal, quien portó la rojigualda en Río de Janeiro, quien a su vez relevó al jugador de baloncesto Pau Gasol en Londres.