El Huesca arañó un empate que le sabe a poco en su carrera por la salvación ante el Barcelona, que se plantó en el campo del colista con un once plagado de suplentes y con la mente puesta en el partido de vuelta de cuartos de final la Liga de Campeones de este próximo martes en casa frente al Manchester United.

Ernesto Valverde reservó a todo su equipo de gala. Con la Liga prácticamente en el bolsillo, el empate supone minimizar daños y evitar lesiones en el Barcelona cuando llega el tramo decisivo de la temporada en Europa. Para el Huesca sumar un punto frente al conjunto barcelonés es algo que la mayoría de los equipos firmarían ante de jugar, pero al equipo de Francisco Rodríguez su agónica situación le hace ver que aunque un punto es mejor que nada, sigue siendo insuficiente para dejar de ser colista primero y salir del descenso después.

El meta Ter Stegen fue el único de los habituales del Barcelona que jugó ayer en El Alcoraz, en un partido que careció de intensidad y ganas, además de puntería en las ocasiones que tuvo el líder de Primera, y eso le impidió llevarse el partido ante un rival al que le sobró respeto y miedo.

El Barcelona se hizo dueño y señor del esférico desde el saque inicial y, con su habitual estilo de toque, buscó mover al sistema de contención local para encontrar huecos a la vez que para desgastarlo de cara a la segunda mitad.

Ante la imposibilidad de hacerse con el balón, el Huesca, que respetaba demasiado a su oponente, reculó y buscó robar y salir a la contra con velocidad pero se atropelló una y otra vez porque jugó demasiado precipitado y echó a perder todas las oportunidades de contragolpe que se le presentaron.

La ocasión más clara del Barça en la primera mitad fue en el minuto 16, en un gran pase de Riqui Puig en las inmediaciones del área a Dembelé, cuyo toque sutil fue desviado milagrosamente por el meta del Huesca. Después Murillo tuvo otra ocasión con fuerte remate de cabeza, pero muy centrado.

En la vuelta de vestuarios tras el descanso el Barça tuvo otras aproximaciones para marcar por medio de Dembelé y Malcom, y en el caso de la ocasión del brasileño incluso se estrelló en la madera. El resto del partido fue un despropósito porque los visitantes parecían no querer ganar el partido y que estaban en un entrenamiento con público, mientras el Huesca daba por bueno un empate que no le ayuda a salir del pozo.