Llanes, Emilio MORENO

Una vez enterradas las aspiraciones de los equipos por quedar en la mejor posición posible, se entra en un período de la temporada de partidos insulsos y sin la tensión competitiva habitual que tanto anima los choques como el Llanes-Colunga, que de producirse en otro tramo de la temporada, resultan completamente distintos al sufrido ayer en San José. Valgan como ejemplo los dos goles del Llanes, ambos conseguidos a la salidas de sendos saques de esquina, en los que los hombres altos verdiblancos remataron de cabeza a placer, primero Bruno y luego Álvaro, los servicios de Ander, con precisión milimétrica, sin que los centrales visitantes tuvieran a bien intervenir.

A pesar del resultado, la figura del partido fue el guardameta llanisco Gabri quién, en línea con su rendimiento a lo largo de todo el curso, dio una exhibición de colocación, seguridad y agilidad, virtudes que le llevaron a evitar, al menos, tres goles cantados del Colunga, uno tras un disparo de Pascual, otro al arrebatarle la pelota a Madeira cuando iba a marcar y un tercero al sacarle un balón increíble al lateral Luciano, todos en la primera mitad y con el marcador 1-0.

Tras el descanso, las mejores ocasiones fueron locales, pero la falta de tensión amenazó el resultado hasta que Alvaro anotó el 2-0 en la enésima desatención defensiva visitante.