Madrid, Efe

El Leganés, con la salvación casi cerrada tras sumar 40 puntos, busca la victoria que le permita redondear su temporada y mantener vivo el complicado sueño de alcanzar competición europea, ante un Real Madrid imprevisible sin carácter competitivo que cuenta los partidos para el final.

Todo tiene sabor a castigo en el final de una temporada para el olvido del Real Madrid. Jugar un lunes, cuatro años y medio después, con el único aliciente de pelear por la segunda plaza con un Atlético de Madrid que ganó su partido, provoca que solo el amor propio de los futbolistas madridistas se ponga en juego en Butarque, estadio donde siempre ganaron hasta que este curso cayeron en Copa del Rey en un choque condicionado por el resultado a favor de la ida.

El centrocampista alemán Toni Kroos no ha entrado por una gastroenteritis en la convocatoria de Zinedine Zidane para el encuentro y se suma a las bajas por lesión de Thibaut Courtois, Sergio Ramos y Vinicius, mientras que regresa a una lista Dani Carvajal tras mes y medio de baja.

La gastroenteritis que impidió a Kroos completar el último entrenamiento antes de visitar Butarque, provoca su ausencia en la convocatoria. Zidane prescinde además, por decisión técnica, de Reguilón, Brahim y Mariano.

Es novedad en la convocatoria la entrada de Dani Carvajal, que cayó lesionado ante el Ajax, en Liga de Campeones, el pasado 5 de marzo. También refuerza la defensa Jesús Vallejo tras la lesión en el sóleo de Sergio Ramos.

El Leganés encadena tres jornadas sin perder, dos de ellas a domicilio, y pretenden dar continuidad a esa racha así como fortalecer la solidez que han demostrado como locales, pues solo han perdido dos duelo oficiales en Butarque durante este curso.