La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Culé Moyáu

Sexo y virutas de chocolate

No acabo de entender muy bien esas llamadas "rotaciones" en partidos como el que jugó el Barça en Huesca. Sí entiendo que Dembélé y Umtiti tienen que ir poniéndose a punto, que Riqui Puig necesita saber hasta dónde es capaz de llegar, que chicos desconocidos de la cantera como Wague se mueren por debutar con el primer equipo, que Murillo y Todibo están para algo más que para sentarse en la grada del Camp Nou con los jugadores no convocados y que Boateng, ejem, está para que no esté. Todo eso lo entiendo. Lo que no entiendo es que el lujo de jugar un partido de la Liga de Campeones contra el Manchester United en Old Trafford convierta el primer partido de Liga que el Barça juega en el Alcoraz ante el Huesca en un fastidio, en un trámite sin el glamur de los grandes partidos en los grandes estadios y en las grandes competiciones que hay que pasar como si se tratara de renovar el carné de identidad.

Soy de los que están empezando a coger un poquito de manía a la Liga de Campeones porque, como decía Coco Chanel, el lujo no es lo contrario de la pobreza, sino de la vulgaridad. Y la Liga de Campeones es, muchas veces, muy vulgar en sus excesos de ricachona, en toda esa parafernalia impostada y en su desprecio a todas las competiciones en las que no suena su himno, incluida la Liga Europa y, por supuesto, las competiciones nacionales. Podríamos decir que un partido de Liga en el Alcoraz es pobre en comparación con un partido de Liga de Campeones en Old Trafford, pero es posible que el lujo del fútbol esté ahora mismo más cerca del Huesca que del Manchester United. Ver el partido del Barça en Huesca con la cabeza puesta en el partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones en el Camp Nou ante el Manchester United me parece no solo una falta de respeto, sino una vulgaridad. ¿Por qué un Huesca-Barça en medio de dos partidos Manchester United-Barça tiene que estropear el fútbol? Rajesh Koothrappali, el astrofísico indio de la serie "Big Bang", sostiene que decir que el sexo estropea la amistad es como decir que las virutas de chocolate estropean un helado. Para los que nos gusta el fútbol, y no solo el fútbol de los grandes partidos en estadios míticos, la visita del Barça a Huesca es como el sexo en la amistad con la Liga de Campeones o las virutas de chocolate en el helado del partido de vuelta contra el Manchester United en el Camp Nou.

El sexo y las virutas de chocolate merecen algo más que un 0-0 en el Alcoraz, y sin duda merecen que el pensamiento y la palabra estén donde tienen que estar.

Compartir el artículo

stats