Tras unos cuartos de final espectaculares, en los que se contaron hasta 17 goles en los partidos de vuelta, la Liga de Campeones programa unas semifinales de lo más prometedoras, con cuatro equipos que juegan al ataque. Faltará el Manchester City, probablemente el más descarado de los derrotados, que dobló la rodilla después de veinte remates a puerta y de convertir a Lloris en la figura del partido. Unos números que engrandecen aún más al Tottenham, que plantó cara pese a todos los reveses que le deparó la eliminatoria. Si damos por lógicas las clasificaciones del Barcelona y el Liverpool, la sensación de la Champions volvió a ser el Ajax. Quedaba la duda de si en su gesta anterior había tenido mucho que ver el mal momento del Madrid. Por eso la Juventus, un equipo hecho y derecho, con el añadido esta temporada de un goleador excepcional, se presentaba como la prueba definitiva. Y los chicos de Ten Hag la superaron con nota. No se asustaron con los goles de Cristiano Ronaldo, que adelantó a la Juve en Amsterdam y en Turín, y se rehicieron como les enseñaron desde pequeños en su famosa academia: jugando al fútbol con descaro y luchando hasta el final.