Gracias a un torneo de fútbol de niños y adolescentes, durante cinco días Oviedo se llenó de alegría, pasión y una competitividad que, salvo algún detalle aislado, no estuvo reñida con el juego limpio. Los números de la decimocuarta edición de la Oviedo Cup (340 equipos, más de seis mil jugadores y unos 25.000 espectadores) dan una idea de lo que supone la iniciativa de un grupo de entusiastas que se supera cada año. Desde su consolidación, en Oviedo ya no importan tanto las previsiones climatológicas para la Semana Santa. Llueva o nieve, los hoteles, bares y restaurantes de la capital están a tope durante casi una semana, mientras las calles se animan con un ambiente sano y juvenil. Por eso las instituciones deberían de dejar claro su apoyo a los organizadores, que han hecho de la Oviedo Cup el torneo de fútbol base de referencia en unas fechas con mucha competencia.