Pablo Lago no estará en Ganzábal este sábado. Al menos en el banquillo. El que fuera técnico de la Gimnástica de Torrelavega al iniciar la temporada, no dirigirá al equipo cántabro ante el Langreo pasado mañana tras ser cesado en la jornada 24. "Me hubiera gustado estar en un partido más que especial para mí, ya que conseguimos ascender a Segunda B en los dos equipos y los sigo bien de cerca", apunta el entrenador.
Tras llegar a El Malecón en el mes de octubre de 2017, logró revertir la situación clasificatoria y ascender al conjunto cántabro. "Esta temporada preveíamos que iba a ser complicada, sobre todo por las limitaciones económicas por la deuda que arrastra el club, pero desde el primer momento teníamos claro que queríamos dar continuidad al equipo de Tercera", reconoce. Pese a llegar al término de la primera vuelta fuera del descenso, la paciencia de la directiva de Torrelavega se agotó. "La intranquilidad que generan los resultados hace que se crea poco en los proyectos; hoy en día en el fútbol prima el corto plazo y no es fácil aguantar a los entrenadores porque cunde el nerviosismo", admite.
Respecto al Langreo, Pablo Lago lo sigue muy de cerca. "Los he visto muy bien a lo largo de todo el año, cuentan con una gran plantilla", apunta. Y es que para el que fuera entrenador azulgrana en la temporada del penúltimo ascenso, esta campaña para el Langreo se define "por una gran primera vuelta y un gran arranque de la segunda y, aunque ahora mismo no atraviesen su mejor momento, el año que viene podrán disfrutar de Segunda B".
Para Lago, el Langreo es "un gran ejemplo para un recién ascendido, que ha sabido tener paciencia en el mercado para la llegada de jugadores importantes". El entrenador alaba "la pegada de los cuatro jugadores de ataque del equipo, con una gran capacidad de gol que les ha servido para sumar muchos puntos".
Pese a la mala racha de resultados que ahora atraviesan los de Ganzábal, Pablo Lago lo tiene claro. "Las lesiones y las bajas afectan, pero ahora pueden terminar la Liga sin la presión que tienen otros conjuntos de abajo", reconoce. También tiene palabras de reconocimiento para su homólogo en el banquillo langreano, un Hernán Pérez que está a punto de concluir su cuarta temporada en el club. "Ha hecho un trabajo excepcional, dio un gran rendimiento al equipo en Tercera y lo ha extrapolado a Segunda B; los que hemos estado en el Langreo sabemos la exigencia que supone ese banquillo y lo complicado que es estar ahí cuatro años", reconoce.
Pablo Lago aún no sabe si pasado mañana podrá estar en Ganzábal para presenciar el encuentro entre dos de sus exequipos. "Haré todo lo posible, ya que les tengo un gran cariño", asegura.
