El colombiano Carlos Quintero tuvo ayer en la meta de Pola de Lena una pedalada gloriosa en el sprint para imponerse con autoridad al venezolano Orluis Aular y a los Movistar Richard Carapaz y José Rojas y colocarse como primer líder de la Vuelta a Asturias. Los otros grandes protagonistas de la etapa fueron el checo Daniel Turek y el "abuelo" Paco Mancebo, que rodaron en solitario más de 150 kilómetros y fueron cazados en la última subida a Carabanzo, cuando restaban solo 9 kilómetros para la línea de meta.

Como se esperaba bajo un orbayu inicial a la salida de Oviedo, los ataques se sucedieron hasta que después de pasar el alto La Miranda y camino de Candás se escaparon Paco Mancebo (Matrix Powertag) y Daniel Turek (Israel Academy). Dos purasangres apretando los dientes dando los pedales. El abulense, de 43 años, protagonista de gestas históricas y ganador ya de esta Vuelta en 2009 y podio en la Vuelta a España 2004 y cuarto en el Tour de Francia 2005, sabe que en Asturias tiene su paraíso y no desaprovechó la ocasión, bien acompañado por el checo Turek, de 26 años, que también se entregó a fondo.

Al paso por Pola de Siero llevaban una ventaja por 2.53, que se incrementó a 3.40 por el alto de Santo Emiliano, con un pelotón tirado por los hombres del Movistar para defender a sus líderes, Mikel Landa y Richard Carapaz.

La fuga quedaba controlada y, aunque Mancebo y Turek siguieron en cabeza con 1.35 al primer paso por el alto de Carabanzo "Cima Luis Balagué", la suerte estaba echada a falta de 30 kilómetros porque el Movistar quería probarse en la segunda ascensión buscando el triunfo de etapa con el ecuatoriano Carapaz. Al final, ayudaron en la persecución el Caja Rural y Gazprom para ver un gran espectáculo en la dura subida a Carabanzo donde anularon a los fugados.

Ya desde el inició se probó con fuerza Mikel Landa, seguido a rueda por un discípulo del equipo Kometa de Contador, Samuele Rubino, junto a Bizkarra (Euskadi Murias), Carapaz (Movistar), Vlasov (Gazprom) y Quintero (Manzana Postobón). Fueron tres kilómetros de subida bonitos y espectaculares hasta que Landa aflojó para que entrara su compañero sprinter Rojas. En el alto hubo una ataque espectacular de Vlasov y Bizkarra, a los que anuló Carapaz cuando restaban cuatro kilómetros de bajada y dos de llano hasta la meta.

Ya en las calles de Pola de Lena fue Landa quien se sacrificó para tirar de la treintena de corredores llevándose a rueda a Carapaz y preparando la llegada para Rojas. Pero en los últimos 600 metros en ligera subida las fuerzas no acompañaron a Rojas, que no pudo seguir el ataque final de Carlos Quintero y se tuvo que conformar con la cuarta plaza por detrás del triunfador colombiano, del venezolano Aular y del ecuatoriano Carapaz. Un triunfo que compensa al ciclista de Medellín los esfuerzos que viene de hacer al ser segundo en una etapa del Tour de los Alpes e igual posición en el Trofeo Primavera de Amorebieta. La experiencia es un grado y Quintero a sus 33 años supo mirar para atrás en el último kilómetro para evaluar a sus rivales y ver que Rojas no estaba fino para contraatacarle y tomar el maillot de líder.

Otra cosa será hoy en la etapa reina con el paso por el alto del Santuario del Acebo y con la meta en Cangas del Narcea. Ahí la categoría de un escalador y las fuerzas sentenciarán la etapa y seguramente la Vuelta.

Lo sabe bien Julio Jiménez, apodado "El Relojero de Ávila", que fue segundo en un Giro de Italia y que logró el Campeonato de España de montaña de 1962 en Carbayín, y que ayer recibió innumerables muestras de cariño de los aficionados asturianos. Julio Jiménez saludó a su amigo Juan Álvarez, con el que se escapó en una etapa de la Vuelta a España, Avilés-León, que ganó con ocho minutos de ventaja y se colocó de líder. La Vuelta espera ver hoy una gesta parecida.