Desde hace varios años estudia de cerca la irrupción de los e-sports (deportes electrónicos) a nivel económico y, a su vez, su gran impacto a nivel social. Las cifras están encima de la mesa. Datos llamativos como el logrado en el año 2017, donde 75 millones de personas siguieron la final del Mundial de League of Legends han dejado atónitos a propios y extraños. Unas cifras que superaron en Estados Unidos el seguimiento de la final de la NBA. Un país desde el que el economista Brad Humphreys ha realizado un minucioso estudio que expondrá hoy en la segunda jornada de la decimocuarta edición del Congreso sobre Economía del Deporte y que tendrá lugar desde las 9 en la Paraninfo de la Universidad Laboral.
Humphreys realizará su ponencia a las 10 horas. En ella expondrá "la importancia cada vez mayor de los e-sports, las apuestas están ahora alrededor de 5 millones de dólares en todo el mundo, intento medir la eficiencia de las apuestas, las cuales, no son eficientes". Sin embargo, el economista americano sí ve un gran futuro alrededor de los deportes electrónicos, que ya cuentan con 300 millones de seguidores a su alrededor, lo cual les ha convertido en un fenómeno social que cada vez cuenta con más adeptos. Tal es su repercusión que el Comité Olímpico Coreano ya le ha concedido el rango de deporte olímpico, una pista sobre la que también se encuentra el Comité Olímpico Internacional (COI). "No me sorprendería que acabasen siendo un deporte olímpico debido a su gran popularidad", dice Humphreys que afirma que "los e-sports irán a más"
