El trabajo de toda una temporada ha llevado al Liberbank Oviedo Baloncesto a disponer de una maravillosa oportunidad que tratará de aprovechar a partir de hoy, a las 20 horas. Necesita tres victorias ante el Ourense para meterse en la final a cuatro por el ascenso a la ACB. Las dos primeras la va a tratar de conseguir hoy y el sábado (17 horas) en Pumarín. El esfuerzo que viene haciendo el club desde hace quince años ha permitido que Oviedo se habitúe a disfrutar en directo cada año de partidos del play-off de ascenso a la ACB (se ha clasificado cinco veces en los seis últimos años). Y, tras el sabor amargo que se le quedó a equipo y afición el año pasado, cuando Palencia remontó un 2-0 a favor para dejarles fuera por 3-2 con una última y dolorosa derrota en Pumarín, el equipo que ahora entrena Javi Rodríguez pisará hoy el parqué con la obsesión de cambiar la historia, de convertir por primera vez a Oviedo en una ciudad de la ACB.
Para ello es necesario que Pumarín se llene a reventar (ayer aún quedaban entradas disponibles), que la afición apriete como nunca, que de golpes con sus pies en el suelo al tiempo que grita "¡Oviedo, Oviedo, Oviedo!", que Rubén Rodríguez, "speaker", y Jorge Lana, el encargado de elegir la música, tengan una noche inspirada. También será importante lo que hagan los jugadores sobre la cancha, que Roope Ahonen, el base que ha de llevar hoy las riendas del equipo, esté totalmente recuperado del pequeño esguince de tobillo que sufrió en la victoria del viernes pasado ante el Prat. Que Alonso, con el hombro lastimado, pueda aportar algo, y que Sergio Llorente obre el milagro y esté sobre una pista que ha de llevarles al éxito. Necesita el Oviedo a sus bases para frenar a Pepo Vidal, el jugador que metió el triple de la victoria en el partido que el Ourense ganó (78-81) el pasado mes de febrero en Pumarín. El internacional uruguayo también llegará tocado, como los bases del Oviedo, después de sufrir un esguince en el partido que los gallegos perdieron ante el Melilla, pero, como sucede con los carbayones, muy mal habrán de estar todos ellos para perderse una fiesta para la que son los invitados de honor.
Pero los peligros del Ourense no acaban en Pepo Vidal. Ni mucho menos. Cuenta el entrenador visitante, el experto Gonzalo García de Vitoria, con Jorhan Zampora, un asesino desde la línea de triple, con Rozitis, uno de los mejores pívots de la categoría, y con el exjugador del OCB Kevin van Wijk. Bien sabe la afición de Oviedo que el holandés se deja la piel en la cancha, sobre todo cuando llegan las grandes citas.
Habrán de ser los de Javi Rodríguez ese muro defensivo que les ha permitido acabar en la cuarta posición, pero también ese equipo que multiplica sus amenazas desde el tiro exterior cuando están entonados Geks, Ahonen, Llorente, Víctor Pérez e Ignacio Rosa. También se necesita al Arteaga de las grandes ocasiones y a los valientes Douvier y Van Zegeren mordiendo por cada rebote. Tampoco les vendría mal el Spieth que está encandilando a la afición en los últimos encuentros. Un jugador inteligente y eficaz.
Dice García de Vitoria que esta eliminatoria es "para disfrutar". No está de acuerdo Javi Rodríguez, cuya obsesión es sacar a Ourense de la pista y acercar un sueño que quiere hacer realidad.
