Todo o nada. Seguir en LEB Plata o descender a Liga EBA. Al menos, en este último caso de forma deportiva a la espera de lo que pueda ocurrir durante los meses venideros, con alguna opción de que alguna plaza quede libre. Una cábala a la que espera no tener que acudir el Teslacard Círculo Gijón que necesita vencer su encuentro de esta noche (20 horas, Palacio de Deportes) ante el Hestia Menorca y que Eleyco Baskonia (que se enfrenta a Albacete) o bien L'Hospitalet (que se mide a Plasencia) pierdan su partido. En este último duelo, están depositadas por el entorno gijonés las mayores las esperanzas.
El equipo de Nacho Galán, que cuenta con las previsibles bajas de Javi Menéndez y Nelson Yengue, tratará de hacer sus deberes ante los menorquines, que no se juegan nada en el envite, pero cuentan con un gran potencial en sus filas. De reojo y sin caer en la distracción, los gijoneses estarán pendientes de lo que suceda en Cáceres, primordial para mantenerse en LEB Plata. En esa línea y dada su experiencia, el base Rubén Suárez opta por "centrarnos en nuestro partido". "Para que se dé la carambola hay que ganar primero, además es el último partido y queremos acabar con buen sabor de boca, después ya surgirá lo que tenga que surgir", analiza el gijonés.
Encima de la mesa, ni más, ni menos, que la continuidad del proyecto iniciado por el club gijonés para asentarse en el baloncesto profesional, por lo que mantenerse en LEB Plata es primordial. Rubén Suárez, bajo su experiencia, es consciente de ello por lo que recalca que "es muy importante mantener la categoría ya que es un proyecto nuevo que ha ido creciendo durante la temporada, queremos mantenerlo y que siga viva la llama del baloncesto profesional en Gijón". Cabe recordar que esta es la primera temporada del equipo que dirige Nacho Galán en la categoría de bronce.
Será además un partido de despedidas. Con la categoría en el aire, serán varios los jugadores que vistan por última vez la camiseta del Círculo Gijón. Uno de ellos es Rubén Suárez. El base jugará su último partido a nivel profesional y lo hará tras haber disputado más de 400 partidos desde la temporada 1997-98 hasta la actual. Hoy, será el último. "Me marcho con un buen sabor de boca, jugar el último partido en casa será especial, espero no emocionarme", relata sonriente un Rubén Suárez que espera que el mejor regalo de despedida será: la permanencia del Círculo Gijón.
