Es tiempo de play-off, de digerir la derrota y recuperarse muy rápido porque no hay tiempo de lamentarse. El Liberbank Oviedo empezó el jueves con una dolorosa derrota (76-80) ante el Ourense en Pumarín la lucha por clasificarse para disputar la final a cuatro que decidirá qué equipo sube a la ACB, además del Betis, campeón de Liga. Hoy, a las 17 horas, se disputa el segundo encuentro y el equipo carbayón necesita ganar para equilibrar el duelo antes de visitar Orense el próximo jueves (20 horas). Si se impone el Oviedo, habrá un cuarto partido el domingo (19 horas), también en Orense.
Uno de los que tendrán que liderar al equipo, coger a sus compañeros y convencerlos de todo lo que queda por delante es Víctor Pérez, capitán del Oviedo Baloncesto, en el que lleva siete temporadas. "Lo primero que sientes después de un partido como el de ayer (por el jueves) es cabreo, como es lógico, pero no hay problema porque en menos de 48 horas toca jugar otra vez", señalaba ayer el escolta sevillano en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA. Víctor Pérez no esconde que el inicio del partido del jueves ante el Ourense no fue el esperado: "No estuvimos al nivel de lo que es un play-off, no salimos con la intensidad que requiere jugar un play-off en casa. Encima, a ellos les entraron los primeros tiros y nosotros no encontramos nuestro juego hasta la segunda parte". Advierte el andaluz sobre los riesgos de una posible "sobremotivación" y considera más sensato salir a "disfrutar". "La sobremotivación no es buena compañera, pero tampoco podemos pensar que va a ser fácil porque estemos ante nuestro público", añadía.
En cuanto al Ourense, reconocía el capitán que es "un equipo duro, que tiene las cosas muy claras, con un técnico que tiene bien preparada la táctica y el scouting. Esto es como una partida de ajedrez, y la de mañana (por hoy) es una nueva batalla", afirmaba.
Víctor Pérez trataba ayer de explicar a sus compañeros lo que se van a encontrar: "En Pumarín todo puede pasar, tenemos que conseguir que se sientan incómodos. Si hacemos nuestro juego durante los 40 minutos ningún equipo, da igual el que sea, es capaz de ganarnos". A la afición de Pumarín le pide que hoy vuelva a ser la de las grandes ocasiones: "Mañana (por hoy) puede que sea el último partido de la temporada en Pumarín y por eso les pido que vengan a darlo todo, que aprieten como en los días más grandes, con respeto y sabiendo ganar y perder, pero dejándose la garganta. Va a ser un día bonito en Pumarín", concluye.
