El conjunto de Hernán Pérez tenía la opción de conseguir matemáticamente y ante un rival directo como el Amorebieta su presencia en la Copa de cara a la próxima temporada. Sin embargo, en Urritxe confirmó su mala racha a domicilio con una nueva derrota al perder por dos goles a cero. Los goles de Itu y Orozko fulminaron a un conjunto asturiano que, solo en la primera mitad, supo competir de tú a tú contra un rival que ha sido uno de los mejores en la segunda vuelta.

El Langreo creó muy pocas oportunidades para rascar algo positivo y ahora deja su clasificación para la Copa pendiente de sacar un punto en la última jornada en casa ante otro rival directo como el Leioa.

El partido comenzó con mucho ritmo y con dos equipos que llegaban relativamente fácil a la zona de tres cuartos, pero a ambos les faltaba el último pase para crear ocasiones. Cerca del ecuador de la primera mitad llegó la primera clara oportunidad visitante en una arrancada de Aimar Gulin. El interior derecho se sacó un chut cruzado que tocó lo justo en la pierna del defensor, lo que hizo que el balón saliera rozando el poste. Cuando más cerca parecía estar el 0-1, los vizcaínos movieron el marcador al cumplirse la hora de encuentro. Iturraspe se encontró demasiado solo dentro del área y libre de marca disparó de forma rasa y cruzada haciendo inútil el intento de despeje de Adrián Torres,

Ese tanto reafirmó a los locales en su intento de seguir sorprendiendo a la contra. Itu perdonó el segundo en una clara indecisión a la hora de despejar en el centro de la zaga asturiana, pero su envenenada rosca cerca de la frontal salió fuera por centímetros. Los de Hernán Pérez continuaron sus ofensivas hasta el descanso, pero carecían de cierto aplomo para solucionar varias opciones de superioridad. Además, tampoco Javi Sánchez estaba inspirado en el remate desperdiciando sendas ocasiones que hubiesen puesto al final de la primera mitad quizás un empate más justo por lo visto sobre el terreno de juego de Urretxe.

En la reanudación, los locales adelantaron sus posiciones y con una presión relativamente alta se hicieron con una mejor posición del cuero e inutilizaron a un Langreo muy incómodo a la hora de crear juego. Gran parte de sus ataques se volcaban en la parte zurda de la defensa visitante, pero sus envíos, afortunadamente, no encontraban rematador.

Hernán Pérez pronto movió piezas en la medular con la entrada de Omar por Samba, que ya por entonces tenía amarilla. Los minutos pasaban sin mayores novedades con un juego demasiado trabado y las áreas prácticamente intactas, sobre todo la de un Amorebieta que llevaba el control del partido y mantenía plácidamente la renta adquirida. Lejos de aumentar las prestaciones del conjunto asturiano, con el paso del tiempo, estaban cada vez más imprecisos e Iker Bilbao avisó con un remate de cabeza demasiado blando para perdonador la sentencia a falta de un cuarto de hora.

Para entonces, el técnico visitante seguía buscando la tecla para buscar una reacción que no aparecía. Realizó un cambio en los laterales con la entrada de Cabranes en el lateral zurdo, lo que desplazaba a Álvaro Cuello al lateral derecho. Pero nada cambiaba sobre el césped y el esquema táctico era prácticamente similar.

Por si fuera poco, con la entrada de Abel se buscaba un jugador de enlace y con llegada para intentar sorprender a un oponente que seguía manteniendo el orden en todas sus líneas. Pero el Langreo le faltaba balón y un poco de alma e ímpetu para rascar un punto que hubiese sido vital en esa lucha por entrar en la Copa. Ya en el tramo final, el Amorebieta encontró su definitivo premio con un segundo gol más que merecido al ajustar Iker Bilbao un potente derechazo junto al palo. De esta forma, al menos se pudo mantener el golaverage particular con un cuadro vizcaíno que fue de menos a más en el partido, todo lo contrario que el Langreo.