Limpiar, limpiar y volver a limpiar. Esa debería ser la máxima en nuestros ríos salmoneros y trucheros de la comunidad autónoma dentro de una campaña voluntaria de retirada de plásticos, residuos y desperdicios concentrados desde hace tiempo en las márgenes fluviales ante, digamos, cierta desidia de la administración.
Cierto es que alguna acción se ejecuta, gracias a las siempre entusiastas sociedades de pescadores, así como de otros colectivos ajenos al mundillo de la pesca pero comprometidos. Todo, al fin y al cabo, suma en pro de luchar por mejorar el entorno natural de las cuencas astures, aunque la misión no es nada fácil por la falta de recursos.
En la cuenca del Sella se ha venido acometiendo una serie de actuaciones, a cargo de la sociedad de pescadores "El Esmerillón", previa autorización de la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado de Asturias, en distintos puntos del curso medio y bajo en el acceso a lances salmoneros en cotos y algunas zonas libres.
Resta aún por llevar a cabo labores similares en la parte alta, aguas arriba de Cangas de Onís, muy reivindicada por ribereños y deportistas asiduos a esos sitios. Tienen su punto de razón, como es lógico, pues también pagan licencias y cotos como el resto.
Lo triste de todo es que si los propios pescadores no se organizan para desarrollar campañas de limpieza en las orillas de los ríos, me temo que nadie lo hará por ellos. Prueba palpable viene a ser, poniendo el dedo en la llaga, la cantidad de plásticos de ensilar que se acumulan en la agreste vegetación por infinidad de pequeños tramos salmoneros y trucheros ante la pasividad de los responsables de turno, haciendo caso omiso o mirando para otro lado.
Sólo algunos voluntarios, percatados de la anómala situación, se ofrecen desinteresadamente para retirar de las riberas lo que otros deberían recoger.
Uno de esos grupos de voluntarios, al menos en lo concerniente a la cuenca del Sella, son los integrantes del Grupo de Montaña Peña Santa, de Cangas de Onís, presidido por Estela Alonso, quienes tienen programada (19 de mayo) una actividad de limpieza de la margen derecha del Sella entre el pabellón polideportivo Juan Antonio Vega Díaz y el núcleo rural de Les Roces. Será durante la mañana y con el apoyo de Cogersa.
Vaya por ellos mi reconocimiento por esa altruista campaña de limpieza fluvial. Ojalá tomen nota otros clubes, entidades, y asociaciones, incluso las muy vinculadas, profesionalmente, a los ríos del Oriente asturiano.
A un lado la limpieza de los ríos, la campaña salmonera se encuentra en uno de los momentos álgidos, de los más esperados por los pescadores, con la entrada de los "mayucos". Las estadísticas ya superan el centenar de ejemplares echados a tierra en aguas asturianas en lo que va transcurrido de temporada, con unas cifras mejores que las del curso anterior por estas mismas fechas. Incluso se ha precintado algún que otro salmón procedente de repoblación -sin aleta adiposa-, tanto en el Cares (2) como en el Sella (1). Sin duda, un buen síntoma, aunque no está como para tirar voladores. La realidad es la que es, nos guste o no.
