El Sporting juvenil se estrenó en la Copa del Rey con igualada sin goles en el encuentro de ida de octavos de final, en el que se enfrentó al Espanyol. El choque estuvo marcado por el alto ritmo de juego por parte de dos equipos que desmotaron su talento sobre el césped del campo número 1 de Mareo. Tanto rojiblancos como periquitos dieron un buen espectáculo, con un fútbol abierto y sin pensar más allá de los noventa minutos, en el que solo faltaron los goles para completar un partido muy completo. La eliminatoria queda totalmente abierta para el partido de vuelta, que se disputará el sábado, a las 17 horas, en tierras catalanas.

Ambos equipo entraron al partido con un alto ritmo de juego, tratando de hacerse con la posesión del balón como una de las premisas a llevar a cabo para dificultar la tarea a su rival. A pesar del temple para contener el balón, la verticalidad estuvo presente en sus acciones. El equipo de Sergio Sánchez realizó una gran acción por la izquierda, con centro de Pablo García, que finalizó en gol Toquero, pero la jugada quedó invalidada por supuesto fuera de juego del delantero. El lateral zurdo sportinguista fue un filón por su banda, con potentes internadas hasta línea de fondo. El conjunto periquito demostró también su excelsa calidad, principalmente por medio de Jofre, que realizó varias acciones comprometidas para la zaga rojiblanca, pero al Espanyol le faltó el remate final.

Demostró talento en sus filas el Sporting juvenil, con un juego muy identificado y con una idea clara de lo que pretendía, la cual mantuvo en todo momento. Gaspar, que está llamado a marcar las diferencias, lo intentó con un duro disparo que se fue ligeramente desviado. En el ida y vuelta, también tuvo sus opciones de gol el Espanyol dirigido por el exjugador Moisés Hurtado, siendo un disparo de Daniel su mejor tentativa, pero el balón se fue alto. Fue una primera mitad intensa, de numerosas ocasiones -mayor presencia gijonesa-, a la que solo le faltó el gol.

Un desequilibrio que también se buscó en la segunda mitad, en la que el equipo catalán salió con más ímpetu, aproximándose con mayor constancia a la meta de Javi, pero sin que el portero rojiblanco tuviese que entrar en juego para evitar el gol. Lejos de amilanarse, el Sporting dio su réplica, pero se encontró con el omnipresente Ángel. El portero perico fue el protagonista al detener en una doble acción con los intentos de Gaspar y de Lucas, a los que respondió con gran agilidad.

El guardameta catalán fue una pesadilla para los de Sergio Sánchez. Tuvo un acierto total en todas sus acciones, en una segunda parte en la que el paso de los minutos hacía mella en las piernas de los futbolistas, acalambrados por el alto ritmo que habían imprimido desde el inicio. Fueron los hombres de refresco los que ganaron mayor presencia, como el caso de Mathe, que realizó varias acciones de potencia en las que le faltó el remate. El último intento llegó en una acción a balón parado que Mecerreyes cabeceó alto en una buena posición, dejando inamovible el marcador inicial (0-0). El pase a cuartos de final se resolverá en el duelo de vuelta, donde el Sporting necesitará marcar.