El Lealtad acaba la temporada invicto y salva el liderato por un gol ante la amenaza del Marino tras ganar al Llanera por la misma diferencia de tantos que los de Luanco al Praviano. Eso supone que los de Villaviciosa jugarán la Copa del Rey y que para ascender a Segunda B tendrán que superar una sola eliminatoria frente a otro campeón de Tercera. En el caso de que no lo logren, aún tendrán una segunda oportunidad superando dos nuevas eliminatorias. El Llanera, por su parte, se queda fuera de la promoción de ascenso y acaba quinto en una meritoria campaña.

El equipo de Samuel comenzó más ofensivo que otras veces, consciente de que podía necesitar varios goles para salvar el primer puesto. A los cuatro minutos ya avisó el Lealtad de que iba a por el partido, con una buena ocasión. El Llanera, sin embargo, pudo ponerse por delante con un gol que le anularon. Se adelantaría el Lealtad después de que Abel derribarse a Pelayo Pedrayes dentro del área y Jorge transformara después la pena máxima.

Nada más salir en la segunda parte, el Lealtad empezó muy fuerte y en el primer minuto Jorge pudo aumentar la renta con un tiro que se fue fuera por poco. En la siguiente jugada, un córner centrado por Caique era rematado por Albuquerque en el área pequeña haciendo el segundo de los suyos. El Llanera, no obstante, no se fue del partido y en los siguientes quince minutos tuvo dos ocasiones muy claras, las dos de Borreguero que obligaron a Porrón a hacer dos paradones.

El partido siguió y el Lealtad continuó apretando siendo consciente de que en cualquier momento el Marino podía aumentar la renta en su partido y poner en riesgo su liderato. Así llegarían sendas ocasiones de peligro para el Lealtad: un centro de Jorge que dejó solo a Robert, y al poco, un tiro lejano de Jorge que también se fue desviado. Dos minutos después, una nueva combinación terminaba con un tiro de Robert que detenía bien David. Pero al minuto un centro de Damián ya no era desaprovechado al encontrar a Saha, que hizo el definitivo 3-0. El partido continuó y hasta el final no hubo más ocasiones que un tiro de Robert desviado por el meta visitante y un gol de Damián anulado por fuera de juego.

Una vez concluyó el duelo, se esperó a que terminara el partido del Marino para que después se desatara la euforia.