"No sé cómo explicar lo que sentí cuando me vi en la lista". Han pasado más de 24 horas desde que se confirmó oficialmente que estará en el Mundial que comienza en Francia el 7 de junio, pero a Lucía García se le sigue notando la emoción. Si nada se tuerce, con 20 años debutará en el torneo con el que sueña cualquier futbolista. En su caso, con la satisfacción añadida de ser la primera asturiana. "Nunca creí que podría jugar un Mundial tan pronto. Pensé que me tocaría en el siguiente, con 25 años", declaró a LA NUEVA ESPAÑA desde la concentración de la selección en Tafalla (Navarra).

Al margen de la competencia, la allerana temió quedarse fuera por una lesión que sufrió con su equipo, el Athletic: "Cuando faltaban tres partidos de Liga me resentí de un problema en los isquios que ya tuve en el Mundial sub-20. Me llamó el seleccionador, Jorge Vilda, y me dijo que estuviera tranquila, que si me recuperaba bien tenía posibilidades de estar en la lista para el Mundial. Y así ha sido".

La primera llamada, cuando se sintió oficialmente mundialista, fue a sus padres: "Gracias a ellos, y a mis hermanos, estoy aquí. Cuando empecé a jugar, con 14 años, me llevaban a entrenar desde Pola del Pino a La Corredoria. Soy lo que soy por todo lo que mis padres hicieron por mí". Prefiere no dar más nombres "porque hay mucha gente a la que tendría que darle las gracias. Por ejemplo, a toda la familia del Oviedo Moderno, donde aprendí todo lo que sé durante los cuatro años que estuve allí",

Campeona de Europa sub-17 y sub-19, subcampeona del mundo sub-20, Lucía García sabe que en Francia, con la selección absoluta, será todo más difícil individual y colectivamente. "Somos 23 jugadoras y la competencia es muy fuerte en todos los puestos. Pero soy muy luchadora y sé que si trabajo bien tengo posibilidades de jugar. Por mi posición tengo que aportar goles y, sobre todo, trabajo para ayudar al equipo".

En la recta final de la preparación, a la espera de que se incorporen las jugadoras dle Barça, Lucía García ya siente el cosquilleo mundialista: "Es lo más grande que le puede pasar a una futbolista, lo máximo a lo que puedo aspirar. Para mí es un orgullo y un privilegio representar a España". No se lo podía imaginar hace nueve años, cuando siguió con pasión el Mundial de Sudáfrica: "Siempre me gustó el fútbol, pero en 2010 creo que vi todos los partidos. Disfruté mucho con la selección. No tenía un jugador preferido. Me fijaba en defensas como Sergio Ramos. También en Iniesta y, por supuesto, en Villa. Recuerdo que le marcó un gol casi desde el centro del campo a Chile".

Lucía García forma parte de una selección que participará en el segundo mundial de su historia. Por supuesto, España no figura en el capítulo de favoritas, aunque la delantera asturiana está segura de que no se repetirán las tres derrotas del torneo anterior: "Confío en el rendimiento del equipo. Tenemos que creer porque si jugamos como sabemos podemos plantar cara a cualquier rival". La allerana se siente privilegiada por coincidir en la selección con otra asturiana, Montse Tomé, ayudante de Vilda: "Ya la conocía, me enseñamucho. Ella y Jorge forman un buen tándem".