Cuando hace un año por estas fechas el CD Llanes acababa en cuarto lugar la liga y caía en la primera ronda de playoffs ante el Portugalete sin oponer resistencia, el cronista osó calificar aquella temporada de récords de puntos y victorias como "un éxito a medias" y se lamentaba de la ocasión perdida para haber aspirado a una mejor clasificación. Las redes sociales se llenaron de críticas e improperios facilones y apresurados, sin tomar en consideración otros factores importantes a la hora de emitir una valoración, como por ejemplo los mimbres con los que se contaba en esa campaña y la utilización que de ellos hizo el entrenador.

Porque seguro que el verdadero aficionado se ha dado cuenta de que, este año sí, el Llanes acaba de concluir una campaña sobresaliente, en la que alcanzó un excelente sexto puesto a pesar de que tan solo 6 jugadores continuaban de la temporada anterior, de que Luis Arturo tuvo que tirar con 18 jugadores, de los cuales tres eran jóvenes que acababan de terminar su etapa juvenil y de que, por si lo anterior fuera poco, se encontró desde la primera jornada sin Agus Porto, que pasó seis meses lesionado sin poder contribuir a la buena marcha del equipo.

Es decir, que con 14 jugadores "profesionales" y 3 novatos Luis Arturo llegó a situar al equipo durante varias jornadas en puestos de promoción, con la desventaja añadida de no contar en la plantilla con ningún delantero goleador y, para más inri, el único que podía responder a ese apelativo, el catalán Anselm, dejó el club en el mes de octubre, por lo que el cuerpo técnico se vio durante 3 meses con 16 jugadores. Por eso, en la mayoría de las convocatorias aparecían varios jugadores juveniles, cinco de los cuales -Diego, Martínez, Nacho, Jorge y Borja- llegaron a debutar a lo largo de la temporada. En enero llegó Ander y en febrero Christian, pero la alegría duró poco porque enseguida Morán renunció a continuar en el club y un pilar como Meana se lesionaba y se perdía el resto de la temporada.

Entre todo este cúmulo de dificultades, el equipo nunca se vino abajo, y en un buen sprint final concluyó sexto, sólo dos lugares por debajo de la campaña anterior y con 65 puntos, únicamente 10 menos que en 2018. Lo dicho, un rendimiento espectacular de la plantilla, y un éxito enorme del entrenador que supo extraer de cada jugador el máximo posible.

Los resultados. En cuanto a guarismos, el club verdiblanco realizó dos vueltas muy similares; en la primera consiguió 31 puntos, a base de 9 victorias, 4 empates y 6 derrotas, y en la segunda hizo 34, con una victoria más y una derrota menos. Queda dicho que su talón de Aquiles fue el ataque, pues la mayoría de partidos actuó en punta con el novel Ariel, quien, a pesar de haber realizado un máster avanzado a lo largo del curso, no pudo hacer el papel de goleador que no es. El Llanes marcó 52 tantos, el 7º en el total, de ellos 31 en San José y 21 a domicilio, en ambos casos también el 7º registro.

Por el contrario, su sistema defensivo, la mayoría del año con tres sólidos centrales y dos carrileros muy ofensivos, fue muy eficiente, encajando en total 38 goles y, si bien el dato como local no es bueno, pues recibió 22 tantos en casa siendo el 12º de la categoría, como visitante su rendimiento fue espectacular, encajando únicamente 16 dianas, que representan el 3º mejor, sólo superado por Lealtad y Marino.

El Llanes ganó 19 choques, empató 8 y perdió 11, de los que en San José ganó 10, empató 4 y perdió 5, logrando 34 puntos, y como forastero venció en 9 ocasiones, igualó en 4 y cayó sólo 6 veces, el 4º equipo que menos lo hizo. Alcanzó fuera de casa 31 puntos, y sólo los cuatro primeros le superaron en este apartado.

Los jugadores. Aunque Luis Arturo utilizó a 25 futbolistas en total, 5 de ellos fueron los juveniles que sólo intervinieron en un partido saliendo desde el banquillo. Comenzó con 18, pero Anselm se marchó pronto y luego lo hizo Morán, siendo sustituidos por Ander y Christian. Agus Porto estuvo fuera desde agosto hasta febrero y, cuando regresó, fue Meana quien cayó lesionado.

El que más jugó fue el central Álvaro, con 37 partidos, todos como titular, seguido de cerca por Riki, Ariel, Pablo Prieto y Bruno, con 36. El primero siempre fue titular y Prieto fue el jugador que más veces fue sustituido, exactamente en 15 ocasiones. A continuación figuran Berto con 34 apariciones, Gael con 33, Gabri y Richi con 32 y Arturo con 31, dándose la curiosa circunstancia que éste sólo jugó 2 encuentros completos, siendo reemplazado 14 veces y saliendo por un compañero en otras 15 ocasiones, aunque en esta estadística el líder destacado es el también canterano Alvarín, que salió con el partido empezado la friolera de 19 veces.

En cuanto a goles marcados, estuvieron muy repartidos, siendo Richi con 8 tantos, 3 de ellos de penalti, el más acertado. Gael marcó 6, Riki 5, Ariel, Arturo y Pablo Prieto 4, Álvaro, Bruno, Meana, Alvarín y Llerandi 3, Berto y Morán hicieron 2 y finalmente, Ander anotó en una ocasión, mientras que el gol restante fue en propia meta. Es decir, 14 jugadores de campo anotaron al menos un gol de los 18 utilizados por Luis Arturo.

La intensidad defensiva se notó en el número de tarjetas y expulsiones. Ocho jugadores llaniscos enfilaron el camino de los vestuarios antes de tiempo, siendo el líder en este aspecto también Richi, que lo hizo en dos ocasiones. Vieron una vez la roja Bruno, Riki, Anselm, Morán y Llerandi por acumulación de dos amarillas, mientras que Berto Toyos fue expulsado con roja directa. Richi también encabezó la lista de amarillas con 12, seguido por Bruno con 9, Prieto y Riki con 8 y Berto y Anselm con 7, este último en sólo 9 partidos.

Próxima temporada. Tras el extraordinario trabajo realizado por Luis Arturo Ruiz-Capillas y sus jugadores, cabe esperar la continuidad de la mayoría de los miembros de la actual plantilla, pues parecería lo más sensato. Los fichajes han sido un acierto, en especial el portero Gabri, probablemente el mejor que pasó por San José en lustros; el central Álvaro, el carrilero derecho Riki y el mediocentro Meana, quien, hasta su lesión, estaba siendo el faro del equipo.

Con algún refuerzo, sobre todo en ataque, y la experiencia adquirida por los canteranos, la pujanza y ambición demostrada por el cuerpo técnico harán que antiguos vicios basados en el conformismo y la autocomplacencia desaparezcan del entorno del club y que las expectativas vuelvan a fijarse en lo alto.