El San Ignacio, el rival del Marino de Luanco en la ida de la promoción de ascenso a Segunda B, es un equipo de barrio. La expresión no va por lo peyorativo. Sino porque el conjunto vitoriano anida en un barrio de la ciudad y se ha visto inmerso en una actividad a la que en la entidad no están acostumbrados.
Con solo cinco trabajadores, más otros tres jubilados que echan una mano en lo que pueden, y sin que ninguno de ellos cobre un duro por su trabajo en el equipo, afrontan el partido contra el Marino como si se fueran a ver las caras con todo un gigante. "No sabe el tomate que tenemos. Esta situación nos pilla un poco de nuevas", explica Juan Ignacio Rueda, el presidente, que no puede evitar una risa de nerviosismo al hablar con la prensa.
Pero el San Ignacio va a ser un equipo aguerrido. Su convenio con el Alavés le hace contar con jugadores interesantes. Como Rodrigo Rivas, su máximo artillero con 13 goles y quizás su jugador más peligroso.
"Se trata de un futbolista con una arrancada muy fuerte. Tiene mucha envergadura. Se hace mucho sitio en el área y va muy bien de cabeza. Seguro que el Marino ya lo tiene bien vigilado", apunta el dirigente.
Pero no solo Rivas. El San Ignacio cuenta con jugadores exóticos como Oleksiy Khakhlov, un medio centro ucraniano, internacional sub-20. "Es un jugador que viene del Alavés y lo deja aquí para tenerlo controlado, en su órbita", explica Rueda.
Mientras tanto, en el Marino de Luanco regresaron ayer al trabajo, con la primera sesión de la semana. El club prepara viaje a Vitoria para el encuentro de ida, el sábado a las seis de la tarde en la Ciudad Deportiva de Ibaia. Hoy se abre el plazo para tramitar inscripciones. Se pueden realizar en Muebles Novar, bar El Campo y agencia Fleta. El precio es de 30 euros para los mayores de 16 años y de 20 euros para los menores de esa edad. La salida sería el sábado en Luanco, a las 9.45 horas, siempre y cuando se llene el cupo de plazas.
