El Real Avilés se volvió a salvar sobre la campana a base de buscar y rebuscar en el mercado de invierno. Durante dos temporadas, el conjunto del Suárez Puerta ha sido un casting continúo de jugadores. Pero, al menos, la estrategia ha funcionado y en esta segunda temporada se hace más llamativo si cabe que los refuerzos fueron los que salvaron al equipo. De los 23 goles en la segunda vuelta que hizo el Avilés, 19 los marcaron jugadores que no empezaron los entrenamientos de pretemporada, un par los hicieron dos jugadores que sí y otro fue en propia puerta.

El más destacado ha sido Xavi Cencillo. Con diez dianas en lo que va de la segunda vuelta, Cencillo impulsó a un equipo que parecía abocado al abismo de la Regional Preferente. Él mismo reconoció que tras la derrota ante el Madalena Morcín, "el equipo tocó fondo". El Avilés perdió 2-1 ante un rival directo y sumó su partido número 13 sin ganar. Además, entre medias había logrado el funesto récord de encadenar cinco derrotas seguidas en el Suárez Puerta. Nunca antes había pasado.

Sin embargo, fue dos semanas después cuando el fortachón delantero catalán marcó los dos goles que rompieron la racha ante el Llanes. Para el ariete ese fue uno de los mejores momentos de la temporada. Y razón no le falta, porque, con la excepción de la derrota a la semana siguiente contra el Tuilla, el Avilés logró encadenar luego dos victorias seguidas y tomó oxígeno.

Nico Pandiani, con otros tres goles, también fue clave. Aun siendo un futbolista de 24 años, el uruguayo cogió galones en el vestuario y fue un apoyo fundamental para jugadores como Cencillo, con quien trabó una intensa amistad.

Polo, el primero de los refuerzos de la segunda vuelta, no aportó lo que se esperaba de él, lastrado por una lesión. Si bien, logró aparecer en el mejor momento de la temporada. Contra el Siero se desquitó de todos los sin sabores del año con un triplete y asegurando la permanencia del Avilés en la categoría. Berto Laviana, que llegó procedente del Tuilla, también marcó ese día.

El resto de los goles en la segunda vuelta los marcaron Santa, Naranjo y Marcos. Además, Secades, del Mosconia, se hizo uno en propia puerta. Estos tres jugadores también fueron importantes durante toda la campaña. Aunque, para jugador determinante el portero Borja Piquero, que paró varios penaltis durante todo el año y realizó paradas de mucho mérito que dieron puntos al equipo.

Así las cosas, el apartado de fichajes del Avilés funcionó con tino este año. Sirvió para reflotar a un equipo, que a pesar de una buena primera vuelta, se encaminaba a la Regional Preferente.