Ya lo estuvieran escuchando por la radio, viéndolo en persona o jugándoselo en el césped, cuando el San Ignacio le pegó al travesaño en Ibaia el tiempo se paró para el Marino en el minuto 85. Quizás porque fue la confirmación de que los vitorianos se habían quitado la máscara: de rival débil no tenían ni un pelo.
Y así lo reconoce uno de los capitanes del Marino, Pablo Pantiga. "A mí me sorprendieron para bien. No se cumplieron las expectativas que teníamos. Va a ser una eliminatoria mucho más duro de lo que habíamos esperado", confirma el veterano central. "Dieron muy buena imagen", confirma.
Quien mejor puede saber lo que pasó en esa jugada que casi le pone cuesta arriba la eliminatoria al Marino es Rabanillo. El portero lo cuenta así: "Fue un córner que despejamos. Tiran desde la frontal. Creo que hay un poco de viento y hace una parábola porque cuando le pega, creo que se va a ir fuera. Si entra es un golazo".
Por fortuna para los intereses del Marino el balón no entró. Y eso le da cierta ventaja al conjunto de Oli para la vuelta en Miramar. Solo tienen que ganar tras el 0-0 de la ida. La estadística a priori está de su lado porque en dos temporadas, el Marino solo ha perdido un partido allí. Fue contra el Vetusta. Eso sí, un empate con goles dejaría a los de Luanco fuera y finiquitaría de forma decepcionante una gran temporada. Aunque las circunstancias son más favorables que las del año pasado, Pantiga no se fía. "Si me das a comparar entre este año y el pasado, tenía más confianza el pasado. No es lo mismo jugar contra un equipo canario que contra uno vasco", asegura el defensor. "No va a ser nada fácil", constata.
Rabanillo también ensalza las virtudes del conjunto vitoriano, quien por cierto, solo ha perdido cinco partidos fuera de casa en lo que va de temporada. Ganó seis y empató ocho. En total, sumó 26 puntos. Es decir, fue el cuarto mejor equipo del grupo vasco en ese apartado.
"Lo que más me gustó fue su verticalidad. Son gente dinámica y muy rápida. Su línea de arriba hizo un partido muy bueno. Nuestra defensa tuvo mucho mérito en saber pararles", atestiguó el cancerbero del Marino de Luanco.
Y es que para el portero, el conjunto de Oli hizo en realidad un partido interesante. "Hicimos un duelo muy completo. Estaban adaptados al campo y supimos defender bien. Tuvimos nuestras ocasiones pero no supimos enchufarlas", añadió.
Como contra el San Fernando el año pasado, el Marino de Luanco prepara el domingo para la previa de la visita del San Ignacio una gran jornada. Se espera una gran entrada en Miramar y mucho ambiente en la Villa en las horas previas. Para las 13.00 horas, en la sidrería Cabu Peñes, hay prevista una concentración.
El Marino se ejercitó ayer, tomó nota de sus errores y analizó sus fortalezas. El calendario prevé en el día de hoy un descanso para los jugadores. Volverán al trabajo mañana. Se ejercitarán el jueves y el sábado, en la víspera del partido de vuelta. Todas las sesiones serán en Miramar, a partir de las diez de la mañana.
El encuentro de vuelta contra el San Ignacio se jugará el domingo a las cinco de la tarde. Cualquier victoria mete al Marino en el sorteo de Las Rozas del próximo lunes.
