La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cárdenas se va con honores

"Lo sabía desde hace mes y medio, pero quise seguir apoyando a mis compañeros", dice el base, que causará baja en el Oviedo

Fran Cárdenas entra a canasta en un partido ante el Palencia. IRMA COLLÍN

Dos roturas del ligamento cruzado de la rodilla han cortado las alas de Fran Cárdenas en su segunda etapa en el Liberbank Oviedo, que llega a su final al decidir el club no renovarle el contrato. El base andaluz lo supo hace semanas, pero siguió apoyando al equipo como siempre. Por eso se va con un punto de tristeza, pero con honores. En la hora del adiós, Cárdenas reconoce que "no pude disfrutar todo lo que hubiera querido de este deporte, ni dar al Oviedo todo el baloncesto que llevo dentro. Las lesiones son lo peor en la vida de un deportista".

Primero fue la rodilla derecha. En diciembre de 2017, el onubense se rompió los ligamentos durante un entrenamiento. Tras una dura recuperación, Cárdenas reapareció en pretemporada, cuando comenzó a entrenarse con el grupo. Poco a poco fue cogiendo la confianza necesaria para volver a disputar minutos. Entonces la rodilla contraria, la izquierda, también se rompió. Sucedió en el encuentro ante Araberri. Otra temporada que se había terminado antes de tiempo. "No sabría decir cual de las dos lesiones es peor; en la segunda ocasión no te esperas que te pueda pasar algo que ya te había ocurrido. Además es una lesión que llega cuando me encontraba en un buen momento físico", asegura.

Fran Cárdenas es uno de esos jugadores que hacen equipo y que siempre priman el interés colectivo por encima del individual. Con el Liberbank Oviedo inmerso en el tramo más importante de la temporada, el play-off de ascenso, el onubense no quiso desviar la atención y siguió apoyando a sus compañeros. "Sabía que no iba a seguir desde hace un mes y medio, pero he intentado apoyar y animar al equipo. Era el segundo capitán", reconoce.

Con una emotiva carta de despedida en las redes sociales, Cárdenas agradece "el cariño de todos, en especial de Víctor Pérez y Óliver Arteaga, que han estado conmigo los dos años, y también del presidente. Si por él fuera habría seguido", apunta. A su vez, Cárdenas entiende la postura del club. "Esto es un negocio y quieren lo mejor, lo asumí y lo acepté", apunta.

Ahora se centra en "hacer lo posible para recuperarme y volver más fuerte, porque así será" y asegura que, en el caso de vestir la camiseta visitante en Pumarín se sentirá "un poco extraño, aunque es una situación que me he imaginado varias veces en el último mes y medio", asegura.

El onubense pone fin a su segunda etapa en la capital del Principado, aunque de momento admite que "es una puerta que no cierro, sino que dejo encajada porque nunca se sabe lo que puede pasar, ya que este es un club especial para mí".

Compartir el artículo

stats