El Lealtad ya se ha quitado de encima toda la pena con la que se marchó de Madrid el domingo pasado tras desperdiciar su primera oportunidad de subir a Segunda B. El equipo de Villaviciosa, campeón del grupo asturiano de Tercera, en el que no perdió ningún partido en toda la temporada, estuvo muy cerca de ascender tras ganar al filial del Getafe por 2-0 en el partido de ida. Pero en la vuelta, un mal comienzo de partido, en el que recibió tres goles, y un último tanto recibido en los últimos minutos (4-1) dieron al traste con sus aspiraciones.

En esta segunda oportunidad los de Samuel tendrán que superar primero al Formentera, equipo al que se enfrentan mañana (12 horas) a domicilio, y el siguiente domingo, a las 18 horas, en Les Caleyes. En caso de superar esta segunda ronda, aún deberán ganar una última eliminatoria para hacerse con una plaza en la categoría de bronce del fútbol español. "Claro que estamos animados, si no mal asunto", dice Samuel Baños, entrenador del conjunto negrillo, que reconoce que la derrota ante el Getafe B fue dura: "Faltando poco lo teníamos en la mano y podíamos tener finiquitada la temporada ya con un ascenso".

Pero también por un gol el Lealtad tiene ahora otra oportunidad. El que le sacaron al Marino en la última jornada de Liga y que les dio el primer puesto. "Por un detalle, por un gol, tenemos ahora la posibilidad de seguir jugando", señala Samuel. El equipo viaja hoy, a las 9 de la mañana, en avión a Barcelona, desde donde cogerá otro avión a Ibiza y de ahí, en barco, se desplazará hasta Formentera, donde tiene previsto llegar en torno a las 15.30 horas. Samuel tiene a toda la plantilla a su disposición para intentar superar a un equipo "experimentado". "Tienen a gente veterana, que ha jugado en superiores categorías, y si están aquí es porque han hecho bien las cosas", explica el entrenador de un equipo que ya se ha olvidado de la oportunidad perdida. Ahora les toca aprovechar la bola extra.