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Salvación rojiblanca vía azul

El Sporting regateó el descenso en El Molinón en la última jornada de la 1972-73 ante el Oviedo, que no se jugaba nada

Salvación rojiblanca vía azul

El Oviedo necesita hoy un Sporting enchufado que no pierda ante el Cádiz. Premisa básica para la complicada carambola que puede darle a los azules la posibilidad de disputar un play-off de ascenso a Primera. Un favor del vecino, el mayor enemigo, con las relaciones institucionales rotas. En el largo periplo de la máxima rivalidad asturiana (el primer derbi oficial se jugó hace 90 años, el 24 de febrero de 1929 en Segunda División, 6-2 para los azules en Teatinos) ya hubo más capítulos de necesidad en ambos bandos.

Muchos con final feliz. Uno de los marcados en el calendario fue hace 46 años, en 1973, con Quini (1949-2018) como protagonista. Fue el último partido de la temporada y el Sporting se jugaba en El Molinón la permanencia en Primera ante un Oviedo sin nada en juego. El Sporting ganó con un gol de El Brujo (1-0), se salvó, y en el ambiente de la hinchada quedó que el Oviedo no había salido a por todas en el partido. Integrantes de ambas plantillas tenían una gran relación de amistad. Exjugadores de los dos bandos que jugaron ese encuentro hacen memoria. Los del Oviedo aseguran que salieron a por todas y los del Sporting lo confirman.

"Jugamos para ganar, pero no nos salió nada bien. La afición nos pidió durante la semana que saliésemos a por todas y nos entrenamos con mucha intensidad, acudía mucho público. Luego se dijo que nos habíamos dejado, pero nada que ver", rememora Alfredo Lombardía (Tudela Veguín, 1941 exjugador del Sporting y del Oviedo, cinco temporadas como rojiblanco y seis campañas como azul). El meta, además, va más allá: "Ese día hice uno de los mejores partidos de mi vida. Ellos se jugaban bajar, pero tenían un gran equipo".

Quique Galán (Valencia, 1946), delantero azul ese partido, lo recuerda con tensión: "Salimos a ganar, aunque ya nos daba un poco igual, no nos jugábamos nada. Habría quien se esforzase menos que otros..., pero los que estábamos en el lío queríamos ganar".

En el lado rojiblanco relatan el encuentro con nostalgia sobre la rivalidad pasada. "Fue un partido a cara de perro, pero la rivalidad de entonces era más sana. La relación entre nosotros y los jugadores del Oviedo era cordial. Sobre todo con Tensi y Lombardía. Ellos también salieron a ganar. Aunque antes del partido les decíamos que se relajaran, terminó siendo muy peleado", explica a Alfonso Fanjul, nacido en Pamplona (1946) e hijo de ovetenses. Él participó en el tanto de Quini que decidió aquel encuentro, por el que hubo que esperar más de una hora. Llegó en el minuto 63. "Recuerdo haberle dado el pase a El Brujo, pero no tanto la jugada. Aquella fue una semana de nervios. Mariano Moreno (entrenador) nos llevó a Covadonga concentrados. No dejaba ni que leyéramos los periódicos", apunta. La acción que dio la victoria y la salvación al Sporting la abrieron Paredes y Megido. "Tener a jugadores con la experiencia de Quini nos ayudó. Teníamos equipo suficiente para asegurar la permanencia mucho antes, pero, por lo que sea, nos atascamos. Había tensión porque un error nos podía mandar a Segunda. El Oviedo, en ese aspecto, estaba más tranquilo. Con muchos de sus jugadores teníamos amistad, pero luego, en el campo, nos matábamos", asevera Alfredo Megido (Sevilla, 1952), que tampoco considera que el rival les diera excesivas facilidades.

"Soy abonado de Osasuna y quizá vaya a El Sadar a verles ante el Oviedo", dice Fanjul sobre el partido de esta noche. "Lo tienen feo", apunta Megido sobre la posibilidad de los azules de ser sextos. "La rivalidad de ahora no es como la de antes", insisten los dos exrojiblancos.

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