Como ya ocurriera en 2018, Rafa Nadal y Dominic Thiem se ven las caras este domingo en la final de Roland Garros, un duelo en el que el jugador balear busca el que sería su duodécimo trofeo en París.

Nadal se ha plantado en la final de forma arrolladora, pletórico, en su torneo fetiche, deshaciéndose en cuartos de final de Nishikori y en semifinales, de Federer, sn excesivos agobios.

Thiem, por su parte, ha tenido que sufrir, y mucho, en las semifinales para derrotar a Novac Djokovic, a quien tuvo que vencer después de cinco sets (6-2, 3-6, 7-5, 5-7 y 7-5) y tras dos parones por la lluvia. El austriaco lleva más carga física acumulada que Nadal, aunque con la ilusión y la confianza de haber derrotado al serbio.

La de este domingo es la decimotercera vez que ambos tenistas se ven las caras, con cuatro victorias para Thiem y ocho para Nadal, aunque el 75% de los triunfos del austriaco se dieron en tierra. Ya se habla de Thiem como el relevo del balear como rey de esta superficie, pero Nadal tiene mucho que decir aún y sigue siendo el gran favorito para alzarse esta tarde con la Copa de Mosqueteros.