El Real Oviedo quería volver lo antes posible y lo ha conseguido. El equipo azul perdió la categoría de la que era decano, la División de Honor B, la pasada temporada y ayer culminó un curso casi perfecto para regresar al lugar que le pertenece como cabeza visible del rugby asturiano.

El "Quince del Oso" no lo tuvo fácil en esta última eliminatoria ante el Gaztedi, la tercera que ha tenido que superar tras liderar la Liga Norte. En El Naranco, los vitorianos consiguieron dejar todo abierto con un ajustado 38-32 de cara al encuentro de vuelta, el que se celebró ayer en el campo de Gamarra.

Los vascos confiaban en hacerse fuertes en su campo y con esa idea salieron al terreno de juego. Si bien, fue el Oviedo el que golpeó primero con un drop del neozelandés Tangulu y dos golpes de castigo del también neozelandés Struthers que les dieron tranquilidad. Pero la reacción de los vascos, con dos ensayos transformados, metió el miedo en el cuerpo a los azules, que al final impusieron su juego rápido para conseguir el ansiado ascenso. Un ascenso que pudieron celebrar con los casi 100 aficionados que les acompañaron.