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Baloncesto

El paso firme de Ángel Moro

El base del Círculo, que sufrió una grave lesión en diciembre, avanza con buenas sensaciones

Ángel Moro lanza un tiro libre en la pista del Grupo Covadonga. Á.M.

Ángel Moro vuelve a sentirse jugador de baloncesto. El base del Círculo Gijón vuelve a sonreír. El simple gesto de lanzar a canasta, una práctica que lleva realizando durante las dos o tres últimas semanas, suponen el reflejo de una pequeña victoria en su camino hacia la recuperación. Fue en diciembre cuando cayó lesionado y se confirmaron los peores augurios, al sufrir la rotura del ligamento cruzado. Tras más de cuatro meses en el dique seco, inmovilizado, el gijonés está cumpliendo con los plazos marcados para apuntar a su regreso a las canchas cuando se inicie la competición en septiembre. "Estoy muy contento, llevo más de un mes corriendo, realizando desplazamientos en la arena de la playa, haciendo salidas en sprint y ahora, lanzando a canasta", explica el jugador. Y todo ello "sin muchas molestias".

Ángel Moro comienza así a dejar atrás el calvario que supone una grave lesión que cortó de raíz su dinámica habitual de entrenamientos de mañana y tarde en los últimos años. "Se me hizo eterno estar parado sin hacer nada, por eso creo que ya ha pasado lo peor, ahora vendrá otro tramo que será duro porque tengo que fortalecer la rodilla, recuperar la explosividad que tenía y el salto, pero se hará más llevadero", comenta. El gijonés cuenta con la supervisión del segundo técnico del Círculo, su padre Óscar, que sigue bien de cerca sus avances. Además, su progenitor, sabe lo que es superar la misma lesión cuando la sufrió con 24 años mientras jugaba en Bélgica. Ahora, es Ángel Moro, con 25 años, el que quiere seguir sus pasos para salir con fuerza de este traspié.

La intención del jugador es la de llegar al 21 de septiembre, momento en el que se inicia la competición, "no al 100% porque tendré en el cuerpo ese miedo de recaer, pero sí voy a estar listo para competir", explica. No en vano, una de las facetas más destacadas de Moro es la de su incondicional faceta para realizar un exigente trabajo físico, con unas condiciones que ya expuso la pasada temporada en su estreno en la LEB Plata. Una categoría en la que espera repetir si el Círculo Gijón, con el que jugará nuevamente esta temporada, logra una plaza (está pendiente de que exista una vacante). "Lo ideal sería salir a jugar en LEB Plata, pero si tuviese que jugar en la Liga EBA, saldría con las mismas ganas", comenta.

Cumpliendo los plazos

Mientras que el resto de sus compañeros disfruta de unos meses de descanso y desconexión, Ángel Moro se machaca en el gimnasio o en la cancha para llegar a tiempo y confiesa que "es mi meta, quiero llegar a buen nivel, echo de menos competir". Unas sensaciones que van de la mano de las fechas marcadas en un inicio como los plazos idóneos para su recuperación. "Estoy contento, se está cumpliendo todo a la perfección, iremos dando pasos poco a poco hacia adelante", analiza.

Ángel Moro afronta así tres meses finales de recuperación para volver a mostrar sus mejores esencias en la cancha. Queda por conocer en qué categoría lo hará. El Círculo Gijón se mantiene en ese aspecto atento a las posibles renuncias de una competición en la que ganará protagonismo el producto nacional tras los cambios introducidos por la Federación Española de Baloncesto.

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