Robert Moreno tiene 44 años. Lo que significa que el nuevo seleccionador español lleva más de tres cuartas partes de su vida sentado en un banquillo. El catalán tomó la pizarra y el silbato por primera vez desde que tenía 14 años. Dirigió a equipos amateur de su Barcelona natal. Al contrario que Luis Enrique, al que sucede en el cargo por sus problemas familiares, Julen Lopetegui, Vicente del Bosque o Luis Aragonés, los últimos entrenadores de España, Moreno no tiene linaje de futbolista.

Porque el catalán empezó a dar órdenes a jugadores cuando solo era un adolescente. Era 1991 cuando se sentó por vez primera en un banquillo. No sería hasta el año 2003 cuando diera el salto a nivel nacional. Sería con la próxima década, cuando Robert Moreno asimilaría como una esponja, (así se describió él mismo en su presentación como nuevo seleccionador, del Lucho, el asturiano, a quien se lo llevó en su periplo por Italia, al frente de la Roma, en la temporada 2011-2012. Le siguió en el Celta y le siguió en el Barcelona y cuando no le pudo seguir porque el asturiano no entrenó, fue segundo de Unzué, también en el conjunto vigués.

"Tengo experiencia. Llevo nueve años con Luis en vestuarios de máximo nivel, viendo las decisiones que él tomaba", afirmó cuestionado sobre su supuesta falta de hoja de ruta. Una hoja de ruta que ahora no es otra que clasificar a España para la Eurocopa de 2020. "Ese es nuestro objetivo y si podemos, queremos ganarla", dijo en su primer día.

Su bautismo de fuego será el jueves cinco de septiembre. Debutará contra Rumania, en tierras extranjeras. Su primer partido en España será curiosamente en Gijón, de donde es Luis Enrique. Será el 8 de septiembre, contra Islas Feroe, en el que será el homenaje de la Real Federación Española a Enrique Castro "Quini".