El piloto británico Lewis Hamilton y la escudería Mercedes prolongaron este domingo su tiranía en el Mundial de Fórmula 1 de 2019, ya que a la victoria en la carrera se añadió un nuevo doblete de los germanos, el sexto tras ocho grandes premios del actual certamen.

Fue la sexta victoria de Hamilton y la cuarta consecutiva tras las logradas en España, Mónaco y Canadá y la recuperación de una hegemonía incontestable después de que en las dos últimas carreras el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) acabase en la segunda plaza del podio.

El dominio de Hamilton fue tan abrumador que sacó 18 segundos a su compañero Valtteri Bottas, segundo en el podio del GP de Francia, a pesar de contar con el mismo monoplaza.

Además, en Le Castellet cerca estuvo Ferrari de aguar la fiesta del doblete a Mercedes al sufrir una notable caída en el rendimiento de sus neumáticos Bottas en las dos últimas vueltas de la que estuvo a punto de aprovecharse el monegasco de Ferrari Charles Leclerc.

La carrera no tuvo historia alguna más que seguir aumentando la leyenda de Hamilton y sólo en las dos últimas vueltas se vio una alteración del orden de posiciones entre la séptima y la décima plaza y una breve pero cerrada batalla por la segunda plaza entre Bottas y Leclerc.

Dominio de Hamilton

Tras la octava cita del Mundial el dominio de Hamilton es tan abrumador que ya acumula 187 puntos y le saca 36 de ventaja a su compañero, que es segundo, mientras que el tercero, el alemán Sebastian Vettel, es tercero, a 76 puntos del británico.

Otro vencedor en Le Castellet fue la escudería McLaren, y especialmente el español Carlos Sainz, que acabó en la sexta plaza y solo superado por las tres escuderías dominantes de la clasificación de constructores. La carrera de Sainz fue brillante y tras una fulgurante salida sólo cedió ante el empuje de un Ferrari superior que partía por detrás del español en la parrilla. El resto de la prueba fue un brillante ejercicio de control sobre su compañero y gestión de carrera para acabar en un notable sexto puesto.

Su compañero, el británico Lando Norris, tras un gran fin de semana, se vio superado en la salida por Sainz y tras mantenerse a la estela del español durante casi toda la carrera unos problemas hidráulicos y una maniobra del australiano Daniel Ricciardo (Renault) le hicieron pasar del séptimo al décimo lugar en la penúltima vuelta.

En la carrera francesa, fue Leclerc el que salvó la cara a Ferrari con el tercer puesto del podio mientras que Vettel, que venía de dos segundos puestos en Canadá y Mónaco, no pudo con su quinto puesto hacer olvidar un pobre fin de semana.

Además, en Red Bull, solo el holandés Max Verstappen dio la talla al mantener la cuarta plaza de la parrilla sin problemas, mientras que su compañero, el cuestionado Pierre Gasly, acabó fuera de los puntos en la undécima posición después de una carrera anodina y sin ritmo.

Al margen de las pugnas de las dos últimas vueltas, el resto de la carrera apenas tuvo historia, más allá de la progresión del canadiense Lance Stroll (Racing Point) que acabó la prueba en la decimotercera posición tras arrancar desde la decimoctava plaza.