Su nombre ha traspasado fronteras. Ha llegado incluso a la mejor Liga del mundo: la WNBA. El pasado mes de abril fue drafteada por Los Ángeles Sparks, que tienen sus derechos en caso de dar el salto. "Me gustaría hacer una buena temporada en Europa, prepararme bien e ir en mayo de 2020 a la WNBA, sería mi objetivo", explica. A sus 22 años y mientras elige la mejor opción para continuar su meteórica y excelente carrera profesional, la ovetense acudió al campus de la Fundación Gijón Baloncesto para compartir su calidad con los 140 alumnos de esta edición, a los que les indicó que "tienen que pasárselo bien con este deporte".

Un consejo que lleva a la práctica y que le ha hecho crecer temporada tras temporada. La última, a pesar de una lesión en el dedo que truncó "un buen inicio con el Sopron húngaro", ha sido histórica para ella. "Me volví a España para jugar en la Liga DIA (máxima categoría) con el Durán Maquinaria Ensino de Lugo, me recuperé bien y eso es lo importante", confiesa.

Pero en abril vivió "el momento más emocionante de todo el año, fue especial, solo ocho jugadoras españolas han sido drafteadas y eso te hace sentirte especial", confiesa la que ya cuenta en su palmarés con un subcampeonato en la Euroliga y que fue considerada como la mejor jugadora del mundo sub-17 en el año 2014.

No teme, ni mucho menos, que llegue el día en el que se calce las zapatillas para saltar a la pista del Staples Center, una cancha en la que la próxima temporada volverá a jugar LeBron James y Anthony Davis, dos de las grandes estrellas de la NBA. "Lo que siento es muchísima ilusión, pensar en ir a jugar a la WNBA es mi motivación principal, cada vez que voy a entrenar pienso en ese objetivo", comenta. Lo lleva a la práctica con la intención de poder codearse a corto plazo con "las mejores", pero para alcanzar su meta considera que "tengo que entrenar duro".

Poder jugar en Asturias

Ángela Salvadores se ha convertido en la gran promesa del baloncesto asturiano, pero tiene una espina clavada con la región. "Me encantaría jugar en Asturias, ya sea en un equipo o bien jugar como visitante", asegura. Una opción que nunca ha ocurrido hasta la fecha al formarse como jugadora en León y pasar por clubes como el Segle XXI catalán. "Es muy difícil lograr un proyecto firme en Asturias, depende de mucha gente", considera.

Sí ha visto la evolución del baloncesto femenino a nivel de reconocimiento, el cual considera que "está bien valorado y ganando mucha atención". Salvadores también se ha ganado que los focos apunten con luz propia a su figura.