El Club Marino de Luanco ha ascendido a Segunda División B tras lograr un triunfo agónico en el minuto 117 del partido y a tan solo tres de que el colegiado indicara el final de la prórroga para decidir la eliminatoria en los penaltis.

Una fenomenal jugada de pizarrra permitió a los de Oli conseguir un merecido ascenso tras no encajar ni un solo tanto en los 6 encuentros del play-off.

Álex Arias ejecutó la falta desde prácticamente el centro del campo al segundo palo donde Trabanco con la cabeza devolvió la pelota al interior del área pequeña para que Emilio Morilla en carrera y llegando desde atrás rematara de cabeza a la red de forma inapelable.

Los luanquinos solo tuvieron que aguantar el resultado hasta el pitido final, momento en el cual los quinientos aficionados marinistas desplazados hasta tierras vascas desbordaron su alegría lanzándose al terreno de juego para abrazar a su héroes y celebrarlo con ellos sobre el césped.

El encuentro en sí volvió a poner de manifiesto la enorme solidez del Marino. Los locales eran incapaces de hilvanar juego con continuidad y solo en segundas jugadas y rechaces afortunados pudieron inquietar a un Rabanillo que pasó prácticamente inadvertido durante los noventa minutos.

El dominio aunque sin ocasiones fue local mientras los asturianos permanecían agazapados buscando su oportunidad. Nunca se pusieron nerviosos y esta acabó llegando a punto de la finalización del tiempo extra evitando así que el ascenso se jugara en la lotería de los penaltis.

Nuevo ascenso del Marino (el quinto a la categoría de bronce) que vuelve a una Segunda B que comienza a ser la división natural de un equipo luanquín que vuelve hoy a la élite del fútbol nacional.