"Es algo único". Jorge Meré ha logrado la temporada perfecta. Después de ascender a la Primera alemana con el Colonia, ha sido uno de los protagonistas de la revancha completada por España el pasado domingo al derrotar en la final del Europeo sub-21 a Alemania (2-1), la selección que ejerció de verdugo del combinado nacional en la anterior edición. "Terminar campeones dos años después de habernos quedado en la final es algo maravilloso y levantar el trofeo, una sensación indescriptible. Haber podido conseguirlo supone un reconocimiento al gran grupo que teníamos, tanto a nivel de cuerpo técnico, como de jugadores", subraya el ovetense a LA NUEVA ESPAÑA durante el inicio de sus vacaciones, a la orilla de la costa de Cádiz.
"Este título supone una satisfacción muy grande. Es una competición de gran dificultad", apunta Jorge Mére, quien a sus 22 años es todo un experto en disputar fases finales en las categorías inferiores de la selección española. Subcampeón de la Copa Atlántico con la sub-18, en 2014; campeón del Europeo con la sub-19, en 2015 y subcampeón del Europeo con la sub-21, en 2017, la cita en esta ocasión se asumía con una motivación añadida. España, tras iniciar la competición con derrota, se repuso hasta conquistar el título. "Ver la satisfacción de los compañeros, de toda la gente que nos apoyó, tanto desde España como desde otras partes del mundo para darnos su aliento, es algo muy bonito", dice el exrojiblanco, que compartió vestuario y celebración con el sportinguista Dani Martín, sin minutos en esta fase final.
"En el banquillo se sufre más que cuando estás jugando, por el hecho de que las situaciones no dependen de ti tan directamente en muchos momentos", confiesa Jorge Meré, pieza clave en la fase clasificatoria del torneo y también titular en el inicio de la competición. Se quedó sin participar, sin embargo, en la deseada final. "Cuando se consigue llegar a buen puerto, todo sufrimiento se ve recompensado con una alegría mayor", afirma el actual futbolista del Colonia.
"Ahora el próximo reto es el de descansar después de una temporada que se ha hecho un poco larga. Luego, a concentrarse otra vez para ponerse a tope y volver a rendir al máximo nivel", añade Jorge Meré mientras la brisa golpea sobre el auricular de su teléfono sin impedir que se escuche romper las olas del mar sobre la arena de una playa gaditana. "Toca desconectar", concluye el exrojiblanco.
