Le temporada de pesca en los ríos salmoneros asturianos, a una semana de su cierre, y cinco días hábiles para su práctica, empieza a declinar. Ayer domingo únicamente se echaron a tierra cinco piezas, todas ellas en zona libre y a cebo artificial (mosca) como está ordenado, y volvieron a ser los ríos Sella y Narcea los que las aportaron como viene siendo habitual en los últimos días.

Los tres que salieron en el Sella los echaron a tierra Manuel Ángel Fernández Soto, de Cangas de Onís, de 4,600 kilos de peso; José Antonio Noval Suárez, de Santianes (Sariego), de 2,590, y un pescador asturiano que no facilitó sus datos personales, otro de 2,780 kilos. El Narcea aportó ayer dos ejemplares que sacaron Adolfo Ortiz Gómez, de Ramales (Cantabria), de 4,145, y Pablo Argüelles Martínez, de Gijón, de 6,055.

Con estos cinco salmones la temporada, que claramente fue de menos a más, salvo en esta recta final, ya supera los 800 ejemplares, superando los dos últimos años que habían sido los peores desde que se llevan contabilizadas las capturas. A estas alturas en 2018 se llevaban 512 piezas, mientras que un año antes, en 2017, solamente se habían logrado 409. No se llegará este año a la de 2016, que llevaba 981.