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Fútbol

El Madrid tiene un plan con Fidalgo

La inclusión del sierense en la gira de los blancos por América responde a la confianza que el club ha puesto en él l Raúl quiere que sea el corazón del filial

Fidalgo celebra un gol. Á. F.

Dicen desde el Madrid que el principal cambio de Álvaro Fidalgo Fernández (Hevia, Siero, 1997) en los últimos años es físico. Que el fútbol siempre lo tuvo, pero que debía dar un paso adelante en su condición. Los que le siguen de cerca en Valdebebas cifran en entre 8 y 10 kilos su ganancia en músculo. De centrocampista liviano a medio todoterreno. Con la clase intacta, claro. Ese cambio físico y sus dotes con la pelota le han servido al asturiano para ser uno más en la expedición que Zinedine Zidane se ha llevado a tierras americanas. Fidalgo es uno más entre los Ramos, Hazard o Benzema. El Madrid tiene un plan con él y este pasa por la protección de Raúl González Blanco.

La ronda de visitas de representantes de Segunda a los dirigentes de Valdebebas para preguntar por su situación se solventó de la misma manera: Fidalgo será pieza maestra en el Castilla esta campaña. El Sporting ha insistido en su cesión, incluso el Oviedo preguntó en su momento por su situación, pero la postura es inamovible.

El cambio de Fidalgo en los últimos tiempos también responde a un cambio de mentalidad. "Ha decidido ser futbolista", cuentan desde Valdebebas. De ahí que su rutina se centre exclusivamente en el fútbol. Ha aparcado por ahora los estudios de Derecho, ante la jornada maratoniana centrada en la pelota. El asturiano vive en el pueblo de Valdebebas, a escasos 2 kilómetros de la ciudad deportiva. Durante el curso, se entrena por las mañanas con el Castilla, come en Valdebebas y se va a su hogar. Tras la siesta, sesión de gimnasio, con los estiramientos y las pesas como protagonistas. De ahí su evidente cambio físico. A la ganancia de músculo hay que añadirle un bajo índice de grasa, uno de los más bajos en el filial. Dicen desde su entorno que es un obsesionado de la nutrición.

"Este verano que ha estado por aquí, ni fabada ni sidra. Con esos temas no hay nada que hacer". Rafa Fidalgo jugó en Segunda en el Langreo y en el Oviedo a finales de los 60 y comienzos de los 70. Era medio centro, de corte defensivo. También es el abuelo de Álvaro, del que habla con orgullo. "De mí ha heredado la posición, porque lo demás?", dice entre risas; "Él tiene muchísimo más talento, mucha clase. Y desde siempre. De pequeño cogía la pelota delante de la explanada de casa y se ponía a dominarla sin que cayera al suelo: pim, pam?".

Sus más próximos han visto en Noreña cómo se preparaba para la pretemporada. Ni un descuido en la alimentación, sesiones físicas y alguna con balón en el campo del Condal y también esfuerzos: Fidalgo no se ha ido este año de vacaciones, pendiente como estaba de que le confirmaran que viajaría a América a las órdenes de Zidane. El coste de haber elegido ser futbolista.

La llamada a la pretemporada blanca le llega en un momento clave en su carrera. Con 22 años, la posibilidad de salir cedido del Madrid le abría las puertas del fútbol profesional. La culminación a una carrera que se inició en el Condal, continuó 5 campañas en El Requexón y pasó dos años a Mareo antes de recibir la oferta blanca. Ahora el plan del Madrid pasa por mantenerlo en Valdebebas. "Para Raúl es una pieza angular", señalan en el club blanco. Ahí pueden seguirlo de cerca. Álvaro, que debutó con el primer equipo el año pasado en la Copa ante el Melilla, es un habitual en los entrenamientos del primer equipo. "Cuando veo que va con los mayores siempre le digo que seguro que en los rondos le toca ir a él al medio y él me contesta: 'No, güelito, no'", relata Rafa Fidalgo, que señala el punto de mejora en su fútbol: "Es muy generoso, tanto fuera como en el campo. Yo le insisto en que a veces tiene que ser más egoísta. Y marcar goles, que es lo que te lleva arriba. Yo no pasé de Segunda porque no tenía mucho gol".

A las órdenes de Zidane y con Sergio Ramos pendiente de su comodidad, Fidalgo disfruta del gran sueño americano rodeado de las estrellas del Madrid. Entrena, consume las horas muertas viendo la serie "Vikingos" y busca su sitio en los amistosos de pedigrí que los blancos disputarán estas semanas. Es parte de un plan. El que tiene el Madrid con uno de los centrocampistas con más talento de Valdebebas.

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