Finalizó ayer la temporada de pesca en los ríos salmoneros asturianos. Se sacaron 833 piezas. El balance fue mucho mejor que las dos anteriores (ver gráfico). Pero, los problemas no desaparecieron. En estas páginas se publican las opiniones de dos destacados pescadores, Delfín Puente y Eduardo García Carmona, que ofrecen su visión sobre el asunto, discrepantes en algunos aspectos. Pero hay coincidencia en que la Administración regional que hoy se pone en marcha tiene que prestar más atención a esta importante actividad.
En la última jornada se sacaron diez salmones. Cinco en el Narcea, todos en zona libre, de Paulino Morilla Arboleya, de Sariego, de 5,660 kilos; Nicolás Villarejo, de Pola de Siero, de 2,620; Juan Manuel Rodríguez, de La Doriga, de 4,575; Samuel González Flórez, de Prahúa, de 4,625, y un pescador que no facilitó sus datos, de 2,710. Tres, en el Sella . A última hora del sábado precintó uno Iván Alonso Peñayos, de Cangas de Onís, de 7,290, y ayer Diego Gómez, de San Juan de Parres, de 1,670; José Antonio Marco, de París, de 2,200, en el Golondrosu, e Ismael Gómez Estrada, de Infiesto, de 2. Y dos en el Cares de Saúl Vigón, de 1,650, y Alejandro Redondo, de 2,250, ambos de Nava en el Coyú.
