Jamal Reynolds y Joaquín Portugués se convirtieron ayer en nuevos jugadores del Círculo Gijón Baloncesto, al que llegan para darle un salto de calidad en ataque. Con la presencia del alero canadiense de 25 años y 1,93 metros y que ocupará plaza de cotonú (no ocupará plaza de extracomunitario) por su ascendencia jamaicana, el equipo de Nacho Galán se hace con los servicios de un jugador que está llamado a tener galones en la faceta ofensiva tras firmar en su última temporada un promedio de 17,6 puntos por partido, que acompañó con casi 9 rebotes por encuentro en su estancia en Cape Breton Highlanders, de la NBL canadiense.

"Es un jugador muy rápido, con gran capacidad anotadora. A pesar de su estatura es un gran reboteador y le gusta defender fuerte y agresivo. Está llamado a ser una de las grandes figuras de la LEB Plata", define el técnico del Círculo. Y a él se suma la presencia del base tinerfeño, una posición en la que el equipo gijonés tuvo un gran déficit la temporada pasada en la que no encontró la continuidad debido a la lesión de Ángel Moro y a la incorporación de Baltus. En esta oportunidad, Nacho Galán espera tapar esas dificultades con el canario, que procede del Wetterbygden Stars sueco. "Joaquín es un fichaje muy importante para la construcción del equipo. Es un base clásico, muy organizador, un jugador fuerte que nos puede ayudar mucho en defensa", asegura.

A ello suma su experiencia en categorías superiores ya que militó en LEB Oro con el Prat e incluso debutó en ACB (un partido) y en Euro Cup (jugó cinco encuentros con el Herbalife Gran Canaria) a pesar de contar con solo 23 años. Portugués, de 1,87 metros, llega junto a Jamal Reynolds para reforzar un equipo gijonés que comienza a unir sus piezas en busca de un bloque sólido para esta temporada.

Por otra parte, el escolta gijonés Álex Rubiera, que se encuentra con su futuro en el aire, ha sido convocado para jugar el "King of Kings" de 3x3 con un combinado español.